Si solo tenés un minuto
Argentina posee una de los mayores recursos de litio en el mundo. Ante la falta de conocimiento sobre la industria de litio y cuestionamientos de grupos reducidos impulsados por la FARN, la Fundación Ambiente y Recursos Naturales que tiene domicilio en Capital Federal,, especialistas jujeños prepararon un informe en el que explican diferentes puntos de interés.
En “Derribando mitos sobre el agua y el litio” un grupo de expertos destaca los cuidados ambientales y sociales que aplica la industria en la provincia y recuerda que el Decreto 7751, en su artículo 98, plantea que el Salar de Olaroz – Cauchari, donde se encuentra operando la minera Exar, cuenta con 420 puntos de monitoreo y control ambiental que “garantizan el cuidado del ambiente y sus comunidades asociadas”.
A su vez, las cuencas de los salares son cerradas y el agua que se utiliza en los procesos no es apta para consumo humano: la misma proviene de otras fuentes que no se ven afectadas por los proyectos.
Se plantea que la actividad minera de litio en la provincia de Jujuy se realiza sobre un área de 3000 hectáreas, es decir, un número cuatro veces menor a lo que se destina para la producción de tabaco en la provincia. Sumado a eso, la caña de azúcar supone la utilización de 70 mil hectáreas para su producción.
El informe pone el foco en el diálogo permanente que existe con las comunidades locales y en el respeto que se tuvo por aquellas poblaciones que no quisieron formar parte de los proyectos de litio. Además, destaca el impulso de desarrollo económico y el crecimiento de oportunidades laborales y educativas que trajo consigo la industria minera en distintos puntos de la provincia.
Si bien el litio se desarrolla hace tiempo en Argentina, en los últimos años, se incrementó de manera considerable. No solo por el crecimiento de los proyectos en las diferentes regiones, sino también por los beneficios que la industria ofrece a nivel ambiental y social.
A pesar del desarrollo, lo que no creció fue el conocimiento de la población en general sobre la industria, su producción, sus factores de sostenibilidad y vínculo con las comunidades. Existen grupos minoritarios que tienen dudas sobre la industria en general y su relación con las comunidades que habitan en las zonas cercanas a los salares.
Frente a estos interrogantes, expertos realizaron un informe que fue distribuido por la página del Gobierno de la Provincia de Jujuy. El mismo es titulado “Derribando mitos sobre el agua y el litio” y reúne la opinión de especialistas en el tema y habitantes de comunidades en zonas de producción.
El estudio está complementado con un video y en ambos se detallan minuciosamente la relación entre la producción de litio y la preservación del agua, así como también los constantes esfuerzos por parte del Estado y las empresas por controlar la sostenibilidad del ambiente y mejorar la relación con las comunidades locales.
El litio es un recurso necesario para la transición energética y Argentina es uno de los países que cuenta con una vasta presencia del mineral. Junto a Jujuy, las provincias de Salta y Catamarca también se dedican hace varios años a la exploración y producción del litio tanto para uso nacional como para exportación.
Verdades sobre el litio: cuidados ambientales
El informe abarca veinte puntos cruciales inherentes a la provincia de Jujuy y que han despertado la curiosidad de muchos habitantes de la zona. En primer lugar, se plantea que el Salar de Olaroz – Cauchari produce litio desde el año 2016 y que hoy en día cuenta con 420 puntos de monitoreo y control ambiental que “garantizan el cuidado del ambiente y sus comunidades asociadas”. Es decir, que hace más de diez años hay empresas de litio en la zona conviviendo con comunidades que apoyan los proyectos.
José Gabriel Gómez, Director Provincial de Minería de Jujuy, explica que se considera el Decreto 7751 en su artículo 98 como base para los monitoreos y controles ambientales de todos aquellos puntos que pueden ser impactados por la actividad minera, como el agua, el aire, el suelo, la flora y la fauna. El funcionario subraya además que se mantiene un diálogo constante con las comunidades locales y se preparan proyectos en conjunto.
A su vez, se ha recuperado la población de vicuñas en la zona: esto es en parte gracias a la ayuda de industrias mineras en el control de la caza furtiva y por la colaboración del Estado mediante programas de recuperación de fauna y flora.
Uno de los temas controversiales en Jujuy, y sobre todo en Salinas Grandes, es la utilización de agua en los procesos de producción de litio. Los especialistas que han participado del estudio subrayan que el proceso “es sustentable y no genera residuos similares a los de otras actividades industriales”.
La no contaminación del agua se basa en algunos pilares fundamentales: en primer lugar se debe a que no hay efluentes líquidos, salvo los cloacales generados en los campamentos mineros que son tratados en sus plantas correspondientes. El único efluente es el vapor de agua que resulta de la evaporación de la salmuera en las piletas de evaporación, que vuelve a la atmósfera alimentando así el ciclo hidrogeológico natural.
Proyectos de producción actuales y planes a futuro
El sexto punto del informe de la Provincia de Jujuy destaca la investigación y mejora de la producción de litio “a través de métodos que generen menos impacto visual en la superficie”. El apartado hace especial referencia a los Métodos de Extracción Directa (DLE por sus siglas en inglés) con “posterior reinyección de la salmuera”.
En julio de 2023 se aprobó la primera planta piloto para probar el método en el Salar de Jama. Actualmente, se está trabajando en una prueba de reinyección de salmuera para que los investigadores recopilen más información que les permita definir la mejor manera de avanzar en una posible producción de litio.
Por otro lado, el desarrollo de las empresas productoras de carbonato de litio “ha significado para las comunidades de la zona una influencia en oportunidades de desarrollo local e inclusión laboral y social”. Iván Zapata, geólogo y especialista en Minería, remarca que la actividad promueve trabajo, educación y nuevas posibilidades de crecimiento a la población.
Sobre este punto, el informe destaca: “La verdad irrefutable es la propia voz de las diez comunidades que están insertas en estos procesos, en el marco del ejercicio de su autodeterminación. Comunidades que son desoídas, invisibilidades, estigmatizadas por haber aceptado el desafío de salir de economías de subsistencia hacia desarrollos sostenibles que representan un salto cualitativo en términos de desarrollo local”.
Otro mito que derriba el informe es el del consumo de agua: las cuencas de los salares son cerradas y el agua que se utiliza en los procesos de producción de carbonato de litio no es apta para consumo humano: “Es falso decir que la producción consume agua disponible para las comunidades, ya que el consumo proviene de otras fuentes que no se ven afectadas por los proyectos”, sostiene el documento.
Con respecto a las piletas de evaporación, las mismas están ubicadas en la periferia del salar, que es donde el terreno es estable y apto para soportar el peso de las mismas y las maquinarias. Las mismas no están posicionadas en medio del salar y no afectan a las comunidades ni al tránsito vehicular.
Se plantea que la actividad minera de litio en la provincia de Jujuy se realiza sobre un área de 3000 hectáreas, es decir, un número cuatro veces menor a lo que se destina para la producción de tabaco en la provincia. Sumado a eso, la caña de azúcar supone la utilización de 70 mil hectáreas para su producción.
Transición energética
El documento “Derribando mitos sobre el agua y el litio” deja en claro que el mineral no busca dañar el planeta “sino salvarlo”. El litio forma parte de los minerales críticos junto al cobre, el níquel y el cobalto para acumular energías renovables y para hacer el salto a la transición energética.
Estos sistemas precisan baterías con altas capacidades de almacenamiento, como son las de litio. Las mismas ya se utilizan en pueblos solares como Olaroz Chico, Ciénaga de Santa Catalina, El Angosto de Santa Catalina, Lipán de Moreno y San Francisco de Santa Catalina, y se aplicarán a los otros 10 pueblos que están en construcción.
En los últimos años han aumentado considerablemente los gases de efecto invernadero que generan el calentamiento global. Este fenómeno se agudizó y tiene consecuencias como la desertificación, la degradación por sequías, lluvias extremas y reducción de la disponibilidad del agua.
En este contexto, el litio tiene un rol central porque es un componente indispensable para la fabricación de baterías de litio de alto rendimiento que se utilizan en los sistemas energéticos renovables.
Con el crecimiento de la producción de litio, Jujuy será la provincia que obtendrá mayores beneficios por esa actividad minera. Al 3% de las regalías establecidas por la Ley de Inversiones Mineras, la misma que se aplica en Salta y Catamarca, en la provincia se agrega el 8,5% de las utilidades que genere la actividad productiva. Un 45% de las regalías mineras vuelven a los municipios en proyectos productivos en forma directa y el 55% restante se deriva al resto de los gobiernos locales. Más allá de toda la actividad que genera un proyecto minero en la provincia con la contratación de mano de obra local tanto para el propio proceso como para actividades logísticas tales como alimentos, limpieza, transporte, construcción, etc.
El litio es un mineral crítico para la transición energética. El cambio hacia los sistemas de energías es crucial para reducir la contaminación ambiental y sostener espacios saludables a nivel mundial. Argentina, al ser uno de los países con mayor producción de litio, se ha vuelto centro de la escena, por detrás de Australia, Chile y China, los principales países productores de este mineral.
En este contexto, el informe jujeño resulta de vital importancia para conocer las verdades detrás de la industria, derribar algunos mitos que están relacionados a cuestiones hidrogeológicas y socioambientales y trabajar a futuro.