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Argentina es uno de los 4 productores mundiales de litio. Según la Bolsa de Comercio de Rosario, el 2023 habría cerrado con exportaciones en torno a los 900 millones de dólares y un crecimiento estimado del 27%. Además, se espera que en el 2024 la producción se cuadruplique.
Un caso emblemático en como el litio acompaña a las comunidades es el de Olaroz Chico. Se encuentra a casi 300 kilómetros de San Salvador de Jujuy. Empresas como Sales de Jujuy y Exar han generado una gran cantidad de puestos laborales, lo que garantiza el crecimiento del pueblo y la casi eliminación de migración de jóvenes en búsqueda de una mejor vida.
Según el Ministerio de Economía, actualmente hay tres proyectos de litio en funcionamiento en las provincias de Jujuy y Catamarca, seis están en proceso de construcción en las provincias de Salta y Catamarca y 20 en “etapas avanzadas”. Los mismos generan empleo genuino, ya sea de forma directa (exploración y producción), pasando por servicios relacionados con la industria, hasta el desarrollo de emprendimientos debido al desarrollo de los pueblos.
Hay comunidades aborígenes que apoyan la producción de litio. Desde hace algunos años, trabajan en conjunto con las empresas para plantear sus necesidades y promover su desarrollo. De esta manera, el litio, contribuye a que muchas familias de pequeños pueblos tengan la oportunidad de insertarse laboralmente y mejorar sus condiciones, sin tener que abandonar su pueblo natal.
El desarrollo del litio está impactando en la economía de varios países y Argentina se posiciona como una de las principales. Hoy, junto con Chile, se encuentra dentro de los 4 productores mundiales de mineral. De hecho, según los últimos informes, Argentina generó el 5% de la producción mundial, siendo los principales destinatarios China, Japón, Corea del Sur y Estados Unidos.
En Argentina, hay tres proyectos que están en fase de producción. Uno de ellos se ubica en Catamarca y los otros dos, en Jujuy. En esta provincia, la comunidad de Olaroz Chico fue una de las que dio su aprobación al desarrollo de la empresas Sales de Jujuy y Exar, junto a Susques, Huáncar, Puesto Sey, Catua, El Toro y Pastos Chicos.
Olaroz Chico está ubicada a 284 km de San Salvador de Jujuy. Litio Argentina visitó esta comunidad para ver qué cambió desde la llegada del litio. Para eso, entrevistamos a Javier Soriano, integrante del Centro Comunitario de Olaroz Chico.
“Lo más sobresaliente fue en materia de educación como, por ejemplo, el desarrollo de una escuela secundaria. Sin embargo, no es la única, ya que constantemente se está trabajando en proyectos nuevos como el albergue del pueblo”, explicó Soriano. En esta línea, las empresas trabajan en conjunto con las comunidades que se encuentran en su zona de operación. Tienen un diálogo abierto en el que los integrantes de la comunidad proponen diferentes cuestiones para su desarrollo y de a poco se convierten en una realidad: obras, mayor empleo, educación.
Celia Vásquez, integrante de la comunidad de Olaroz Chico, también destaca que muchas personas, debido al desarrollo del pueblo, han podido generar sus emprendimientos enfocados en distintas materias como transporte, hospedaje, entre otros.
“Actualmente puse un comedor. Siempre vivimos de la producción de litio y es una actividad que nos benefició muchísimo”, recalca. En relación con eso, antes de la llegada de las productoras de litio, muchas comunidades aborígenes experimentaban la salida de sus jóvenes en busca de una oportunidad en la ciudad. Sin embargo, en los últimos años, es una tendencia que empezó a revertirse.
“Muchos chicos están volviendo. Las empresas están brindándoles la oportunidad de que, al finalizar el secundario, realizar una tecnicatura en química y trabajar directamente en la empresa. En el caso de que deseen continuar sus estudios o explorar otras ramas, podrán perfeccionarse en la Ciudad de Jujuy”, declara.
Soriano, en paralelo, detalla que muchas personas que se habían ido de su comunidad en la búsqueda de un nuevo futuro, están volviendo. De hecho, otras comunidades aborígenes de Jujuy visitan Olaroz Chico para “empaparse” de cómo viven las comunidades en las que se desarrollan estos proyectos.
Sixto, miembro de la comunidad El Moreno, señala que la primera vez que había visitado el pueblo, hace muchos años, había muy pocas casas y sumamente precarias. Sin embargo, en esta última visita, recalca el gran crecimiento de la comunidad, la mejora en la calidad de vida de las personas, algo que no pasaba en otras industrias que se desarrollaron en el pueblo en la antigüedad.
Finalmente, Azucena, de la comunidad aborigen El Lipán, considera que si se desarrolla esta industria en su zona “habría trabajo para los jóvenes y evitar que estos migren hacia otras ciudades, gozando de un gran futuro en su tierra”.
La educación como diferencial de la industria
Una de las claves para la inclusión de estas comunidades es la educación. Este fue un requerimiento que solicitaron desde las comunidades aborígenes y a cuales las empresas accedieron y cumplieron. En ese marco, en conjunto con el estado, han desarrollado escuelas técnicas con orientación en química, cursos y demás herramientas gratuitas.
Asimismo, a pedido de la comunidad, se ha brindado capacitación en temas de su interés. Por ejemplo, la inclusión en materia de educación financiera, así como el desarrollo de conceptos básicos en materia económica, impositiva y financiera. De esta forma, los integrantes de dichas comunidades no solo acceden a un buen empleo, sino que podrán gestionar eficazmente su patrimonio.
El crecimiento del litio en Argentina
Argentina alberga aproximadamente la séptima parte de los recursos mundiales de litio y es uno de los países con mayor producción del mundo. La disposición de este recurso en Argentina se encuentra concentrada en tres provincias: Salta, Jujuy y Catamarca.
Según datos del Ministerio de Economía, actualmente hay tres proyectos de litio en funcionamiento en las provincias de Jujuy y Catamarca, seis se encuentran en proceso de construcción en las provincias de Salta y Catamarca y 20 en “etapas avanzadas”.
Estos proyectos tuvieron un impacto significativo en la generación de empleo local y, como en el caso de Olaroz Chico. En poco tiempo han abarcado diversos trabajos directamente relacionados con la exploración y producción de litio, servicios vinculados con la industria y el desarrollo de emprendimientos debido al desarrollo de los pueblos.
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