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Argentina es uno de los países líderes en reservas de litio, lo que atrae inversiones de empresas extranjeras, que ven una gran oportunidad de negocio. Estas inversiones benefician al desarrollo del país en muchos aspectos que abordamos en esta nota.
Según el Informe de Cadena de Valor de la Minería en Litio de la Secretaría de Política Económica, en 2023, Argentina recibió el 17% de los USD 830 millones del presupuesto de exploración mundial, posicionándose en tercer lugar detrás de Australia y Canadá. Actualmente, existen cerca de 40 proyectos de empresas mineras que esperan inversiones para extraer litio de la puna argentina.
En esta nota indagamos acerca de por qué la inversión extranjera en litio es crucial para Argentina, cómo están reguladas estas inversiones y de qué manera las empresas extranjeras contribuyen significativamente al desarrollo del país. También repasamos el caso de Bolivia y el impacto que tuvo en su industria la soberanía nacional que limitó durante años este tipo de inversiones.
El auge de las inversiones extranjeras en el sector del litio genera un importante flujo de capital hacia Argentina, que impulsa la economía local y nacional. Los precios excepcionalmente altos del litio en 2022 y comienzos de 2023 aumentaron el interés en la búsqueda de este mineral. Mientras que los gastos en exploración de minerales no ferrosos en 2023 disminuyeron en promedio un 3% interanual, los presupuestos de las empresas destinados a la búsqueda de litio aumentaron un 77%, superando significativamente a otros minerales críticos para la transición energética.
La mayor parte de estos presupuestos se destina a la exploración en etapas avanzadas de proyectos, ampliaciones o reposiciones de reservas, en detrimento de la exploración básica (grassroots). Según el Informe de cadena de valor de la minería en litio de la Secretaría de Política Económica, en 2023, Argentina recibió el 17% de los USD 830 millones del presupuesto mundial, posicionándose en el tercer lugar, detrás de Australia y Canadá. En promedio, entre 2010 y 2022, Argentina fue la jurisdicción con la mayor participación a nivel mundial, con un 22%.
A su vez, la reciente aprobación del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) por parte del Senado despertó entusiasmo en los mercados y empresas energéticas y mineras. Este nuevo plan de fomento promete impulsar el desarrollo de proyectos y obras con anuncios de inversiones cercanas a los 80.000 millones de dólares para la próxima década.
Si la Cámara de Diputados ratifica el texto modificado de la Ley Bases, el RIGI se aplicará a grandes inversiones en diversos sectores como la minería, incluyendo específicamente proyectos vinculados al litio, que incluyen la construcción de plantas de tratamiento y minas en alta montaña, lo que permitirá un aprovechamiento más eficiente y sostenible de los recursos de litio disponibles.
¿De qué manera benefician a la Argentina las inversiones de empresas de litio?
Cuando desarrollan una operación, ya sea en etapa de exploración o en otras más avanzadas, las empresas consumen bienes y servicios locales, tanto en la construcción de infraestructuras de la planta de producción como en la contratación de proveedores, lo que dinamiza la economía y crea un efecto multiplicador que beneficia a múltiples sectores.
Esto no solo crea muchos empleos directos e indirectos, sino que también implica programas de capacitación y formación, lo que, al final, también amplía las habilidades y competencias de los trabajadores argentinos.
La inversión extranjera en litio también impulsa el desarrollo de infraestructuras, ya que las empresas construyen y mejoran rutas, redes eléctricas, sistemas de agua potable, conectividad, etc. Esto beneficia a las comunidades locales al mejorar su calidad de vida.
Por otro lado, se destaca que estas empresas suelen traer al país distintas tecnologías, conocimientos mineros de vanguardia, que nos permite modernizar nuestras industrias. Además, gracias a la inversión en investigación y desarrollo (I+D) podemos implementar nuevos métodos hacia una minería más sustentable y amigable con el medio ambiente.
En contraposición, podemos considerar el caso de Bolivia para entender lo importante que resulta el apoyo de las empresas extranjeras. En 2008, adoptó una estrategia soberana para gestionar sus reservas de litio, y mantuvo el control estatal sobre toda la cadena productiva. La compañía estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) fue asignada como la entidad principal responsable de la producción y el procesamiento del litio en el Salar de Uyuni. Sin embargo, este enfoque no logró los resultados esperados debido a la falta de experiencia, inversión y tecnología adecuada.
Franklin Molina, ministro de Hidrocarburos, declaró en una entrevista reciente que YLB no tiene la capacidad tecnológica, ni financiera para encarar sola la industrialización del litio del salar de Uyuni y que, para lograr avances, será necesario el impulso de la inversión y experiencia de las empresas internacionales.
Reconociendo la necesidad de un cambio de enfoque, actualmente se están estableciendo alianzas estratégicas con empresas privadas extranjeras para aprovechar la tecnología y el conocimiento que pueden aportar. Se espera que estas iniciativas impulsen significativamente la producción de litio en Bolivia durante los próximos años.
¿Por qué existe un régimen especial para la actividad minera en nuestro país?
Siguiendo con lo que indica el Ministerio de Desarrollo Productivo de Argentina, la minería posee características particulares que la diferencian de otras actividades. Estas son:
- Corta vida útil (recurso finito)
- Elevado riesgo exploratorio
- Largos períodos de maduración
- Necesidad de grandes inversiones para poner en marcha los proyectos en regiones de escasa infraestructura
La Ley 24.196 de 1993, titulada como Ley de Inversiones Mineras, es la que regula la actividad, ofrece garantías, estabilidad fiscal, incentivo a las inversiones y regímenes especiales para las empresas que invierten en nuestro país. A su vez, las operaciones están reglamentadas por leyes y códigos que aseguran que una parte considerable de las ganancias permanezca en el país.
En Argentina, según la revista Chequeado, las regalías e impuestos por la explotación de litio son una fuente significativa de ingresos fiscales para las provincias, aunque también involucran al gobierno nacional. Las provincias como Catamarca y Jujuy tienen diferentes acuerdos y tasas de regalías. Mientras que la primera percibe un 3,5% del valor de facturación total, incluyendo regalías y otros cargos, la segunda las regalías son del 3%, con posibilidades de reducción al 2% si se promueve la industrialización local.
Sin embargo, a pesar del control sobre los recursos naturales, las provincias solo reciben el 15% de lo recaudado en materia impositiva, mientras que el 85% restante va al gobierno nacional. Este último recauda a través del Impuesto a las Ganancias, el IVA, y retenciones a las exportaciones (4,5%). Además, hasta 2023, las mineras también gozaban de la devolución parcial de las retenciones a la exportación de litio, pero este beneficio fue anulado debido al crecimiento exponencial del sector y el incremento en los precios internacionales.
Así, adicionalmente de la generación directa e indirecta de puestos de trabajo y la contratación de servicios provistos por empresas locales, a través de regalías, impuestos y otros mecanismos de contribución fiscal, las compañías aportan recursos de forma directa al gobierno nacional y provincial, organismos que luego pueden reinvertirlos en salud, educación y otros servicios.
Muchas empresas extranjeras en el sector del litio están comprometidas con prácticas de responsabilidad social y ambiental. Implementan programas que benefician a las comunidades locales, como iniciativas de educación, salud y desarrollo sostenible. Además, se adhieren a estrictas regulaciones ambientales, minimizando el impacto ecológico de sus operaciones y contribuyendo a la preservación del entorno natural.
Asimismo, a través de sus programas de responsabilidad social y ambiental, estas empresas demuestran que están comprometidas con el bienestar y el desarrollo sostenible de las comunidades locales.
Lejos de la creencia de que las empresas extranjeras que invierten en la minería del litio retiran todas las ganancias, estas compañías resultan aliadas para el progreso de nuestro país.
