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Los proyectos de producción de Litio desarrollados en Argentina generaron cientos de empleos directos e indirectos e impulsaron la capacitación de la mano de obra local, lo que incrementó significativamente las oportunidades laborales en diversas áreas relacionadas con la industria.
La inversión en litio también mejoró infraestructuras esenciales, como caminos, sistemas de agua potable y conectividad a internet, beneficiando tanto a las operaciones mineras como a las comunidades locales.
Programas de responsabilidad social empresarial fueron implementados, incluyendo becas educativas, mejoras en las escuelas rurales y apoyo a emprendimientos locales, fomentando el bienestar y desarrollo sostenible de las comunidades.
Este aporte en muchos niveles abre nuevas oportunidades de innovación y desarrollo en la región, demostrando que el litio es un aliado valioso para el desarrollo y prosperidad sostenibles de las comunidades locales.
Argentina es uno de los epicentros de la producción mundial de litio, con vastos yacimientos que atraen la atención de inversores de todo el mundo. Se puede encontrar litio en una amplia gama de fuentes, por ejemplo, las salmueras. Entre estas, se destacan los salares, que representan el 60% de los recursos explotables del mundo. Los más importantes por su calidad y volumen se localizan en el Triángulo del Litio (Chile, Bolivia y Argentina).
Las inversiones en la industria del litio en la región representan una gran oportunidad para el desarrollo y prosperidad de las comunidades del norte de nuestro país. En este artículo ponemos el foco en los cinco motivos por los que el litio está trabajando junto a las comunidades locales, y cómo podemos aprovechar estas inversiones para crecer y desarrollarnos.
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Creación de empleo y formación local
Las inversiones en el sector del litio han generado miles de empleos directos e indirectos en las regiones productoras. Estas empresas, además de estar contratando mano de obra local, están invirtiendo en la formación y capacitación de las comunidades. Esto no solo mejora las competencias de la fuerza laboral local, sino que también incrementa sus oportunidades de empleo a largo plazo.
En los hechos, la minería del litio experimentó un crecimiento sostenido en los últimos quince años, especialmente a partir de 2021. Durante este período, y de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para la Argentina, el empleo registrado en el sector aumentó casi un 1.700%: en 2007, se contabilizaban 204 puestos, cifra que ascendió a un total de 3.669 en el primer semestre de 2023.
Además, la industria del litio está impulsando la innovación y la creación de empleos altamente cualificados en sectores relacionados y, a su vez, genera oportunidades laborales para mano de obra local en diversos campos como servicios de transporte, cocina, limpieza y/o mantenimiento, médicos y salud ocupacional, seguridad, vigilancia y alojamiento, entre muchos otros.
Un ejemplo de esto es la iniciativa de la Cámara de Proveedores de servicios mineros y turísticos de la Puna Argentina (Caprosemitp) que creó una red de empleo para que las personas de las comunidades que viven en los alrededores de los proyectos puedan aplicar a búsquedas laborales de las empresas. Desde su inicio en 2015 y hasta junio de 2023, este registro sumó 321 proveedores inscriptos y más de 100 familias que ya trabajan de manera directa o indirecta en la cadena de producción del litio.
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Desarrollo de infraestructuras
La llegada de capital, en muchos casos, impulsó la mejora o el desarrollo de infraestructuras esenciales como caminos o rutas, sistemas de agua potable, instalaciones eléctricas o de internet, que no solo facilitan la operación de las empresas mineras, sino que también mejoran significativamente la calidad de vida de las comunidades locales.
Por ejemplo, recientemente, en colaboración con el Gobierno de Jujuy, una de las empresas inversoras inició tareas de restauración en la ruta Provincial Nº 79 que es usada por las comunidades locales para trasladarse a las escuelas de zonas de Lipán.
Otras empresas han trabajado en conjunto con las comunidades para entender sus necesidades y, por ejemplo, lograr mejor conexión a internet. Se desarrollo la instalación de antenas para garantizar la conectividad de las distintas regiones en las que se realiza la producción de litio.
Otro caso puede ser la empresa, Allkem (hoy llamada Arcadium Lithium, por su fusión con Livent) ha contribuido en las obras de infraestructura de una escuela primaria y secundaria para la comunidad cercana al proyecto Sal de Vida, en Catamarca. También proporcionó sistemas de agua caliente solar a las viviendas de la zona e implementó el servicio de internet inalámbrico que beneficia a las 11 familias.
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Programas de responsabilidad social empresarial (RSE)
Muchas de las empresas que invierten en el litio argentino implementan programas de responsabilidad social corporativa que incluyen iniciativas de educación, salud, protección del medio ambiente y apoyo a emprendimientos locales. La inversión en estas áreas demuestra un compromiso con el bienestar y el desarrollo a largo plazo de las comunidades, fomentando una relación de cooperación y beneficio mutuo.
Es el caso de los programas de becas para estudiantes destacados de comunidades cercanas a las operaciones mineras. Muchas de las empresas que operan en la región tienen esta iniciativa de apoyar a los jóvenes y sus familias para que concluyan sus estudios y puedan acceder a la educación superior. También, las compañías invierten en la infraestructura de las escuelas rurales, para que tengan más comodidades o, por ejemplo, conexión a internet.
Finalmente, se destaca que muchos proyectos impulsan prácticas o laboratorios en las propias instituciones educativas. Uno de los casos es el de la escuela de educación técnica de San Antonio de los Cobres, en Salta, que fue la protagonista de la instalación de equipamiento y capacitación a los estudiantes para que puedan realizar el proceso de conversión en yeso de los desperdicios de la producción de litio.
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Impulso a la economía local
Durante los últimos años, el desarrollo del sector del litio tuvo un impacto positivo en la economía local. Las empresas extranjeras gastan en bienes y servicios locales, desde alimentos y alojamiento hasta transporte y materiales de construcción. Este flujo de capital fortalece los negocios locales y genera una economía más dinámica y resiliente, beneficiando a toda la comunidad.
Además, algunas de las empresas inversoras llevan a cabo programas de capacitación a emprendimientos y pequeñas y medianas empresas (PYMEs) en la región para que puedan crecer y desarrollarse.
En otros casos, se apoya de forma directa a los emprendimientos locales para que puedan ser sostenibles en el tiempo. Por ejemplo, el proyecto de unas artesanas locales “Lipán Manta” fue impulsado por el Instituto Inclusivo de Negocios de la Fundación Minka, en conjunto con la empresa Lition Energy. Gracias a este acompañamiento, las tejedoras obtuvieron herramientas para que sus iniciativas sean sostenibles y logren ampliar el negocio a nuevos mercados. En la actualidad, estas artesanías se venden en 3 estaciones de servicio de Axion Energy de San Salvador de Jujuy.
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Transferencia de tecnología y conocimientos
El desarrollo de la industria productora de litio implica el uso de tecnología innovadora y conocimientos avanzados en minería y procesamiento de minerales. Las empresas locales y las comunidades se benefician de esta transferencia de tecnología, que puede aplicarse a otros sectores económicos. Esta colaboración tecnológica no solo moderniza la industria minera, sino que también abre puertas a nuevas oportunidades de innovación y desarrollo en la región.
Además, la adopción de estas tecnologías avanzadas mejora la eficiencia y sostenibilidad de las operaciones mineras, reduciendo el impacto ambiental y optimizando el uso de recursos. La experiencia adquirida y las nuevas habilidades técnicas que se desarrollan a diario, fortalecen la capacidad competitiva de la región.
Así, el auge del litio en Argentina está creando un escenario optimista para las comunidades locales. A través de la creación de empleo, el desarrollo de infraestructuras, programas de responsabilidad social, el impulso a la economía local y la transferencia de tecnología, el litio está demostrando ser un aliado valioso para el desarrollo sostenible y la prosperidad de las regiones productoras.
