Si solo tenés un minuto
En una entrevista con Litio Argentina, Pablo Bergese, Ingeniero Químico especializado en control y fiscalización ambiental, explicó cómo la industria del litio en Argentina, basada en la producción de salmuera, se destaca por su bajo impacto ambiental en comparación con otras actividades industriales.
El especialista, ex Secretario de Calidad Ambiental del Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de la provincia de Jujuy, destacó que la industria del litio en Argentina se caracteriza por seguir estrictos controles y protocolos para garantizar su sustentabilidad, y señaló que las empresas cumplen con altos estándares.
En este sentido, enfatizó en la importancia de una fiscalización ambiental rigurosa para garantizar que las empresas cumplan con los estándares ambientales más altos; y destacó la contribución de la industria en las comunidades donde, por ejemplo, los pueblos de Puesto 6 o Larochico, “han vivido un desarrollo y una mejora sustancial de su calidad de vida a partir de la industria en sus zonas de influencia”.
En la búsqueda por comprender el papel crucial que desempeña el litio en el desarrollo sostenible y su impacto ambiental, nos adentramos en una conversación con Pablo Bergese, Ingeniero Químico especializado en control y fiscalización ambiental, quien nos brindó una visión experta sobre el panorama actual y futuro de esta industria.
¿De qué manera se controla a la industria del litio?
“La industria del litio que tenemos en Argentina, que se produce a través de la salmuera, tiene un impacto relativamente bajo con respecto a otras industrias. Al estar en el centro de las miradas de la sociedad, las comunidades y los gobiernos, este rubro tiene una serie de controles y protocolos muy estrictos que aseguran que los procesos de fiscalización sean transparentes y que se tomen medidas acordes para que el impacto sea mínimo. Esto hace que la industria del litio en la Argentina hoy sea una de las más sustentables dentro de lo que es la industria minera en general”, aclaró el ingeniero.
La industria del litio, como toda actividad humana en general, tiene un efecto en el medioambiente, aunque mucho menor en comparación a otros sectores como el de la producción de tabaco o de azúcar que, además, desarrollan productos que representan riesgos sobre la salud humana. Sin embargo, el ingeniero destacó que las empresas que se dedican a la producción de litio están obligadas a tomar medidas para mitigar y minimizar los riesgos para que sea sustentable.
La fiscalización ambiental en el litio
El Ingeniero Químico especializado en control y fiscalización ambiental habla del cuidado del medio ambiente y detalla cómo son las medidas que se toman para garantizar que las empresas que producen litio en la Argentina cumplan con los estándares ambientales más altos y eviten posibles daños a los ecosistemas locales.
Lo siguiente responde el experto:
“La fiscalización ambiental es un proceso mediante el cual se supervisa y controla el cumplimiento de las leyes, regulaciones y normativas ambientales. Se ejecuta en industrias de todo tipo, no solo con la minería, para que las mismas cumplan con sus estándares ambientales, y que sus procesos tengan un nivel de impacto predecible, controlado y aceptable.
A su vez, si hay alguna desviación o algún problema, la fiscalización se encarga de dar el seguimiento correspondiente para que se tomen las medidas necesarias para la mitigación o la recomposición. Para que esto funcione, existen procesos sancionatorios que aplican multas y hasta suspensiones y clausuras.
Luego, consultado por las acciones que se toman dentro de esta industria, Bergese explicó que existen varias medidas que se ejecutan desde el gobierno provincial, particularmente desde la Secretaría de Minería o del Ministerio de Ambiente, para asegurar que los procesos industriales de la producción de litio se realicen dentro de los parámetros establecidos por la normativa, fiscalización y control ambiental continuo”.
Estas acciones incluyen monitoreos ambientales periódicos y programados, en los que no solo participa la empresa y los organismos gubernamentales, sino también se invita a las comunidades aborígenes de la zona de influencia directa, a miembros de la universidad y a diferentes actores de la sociedad a que participen.
Sumado a esto, Bergese comparte las mismas empresas tienen unos estándares ambientales y sociales “muy altos que ellos mismos se imponen y que, en algunos casos, son mayores que lo que pide la normativa vigente” y ejemplifica:
“Un ejemplo de esto son los monitoreos de líquidos que, desde la normativa provincial, se solicita que se tome una muestra trimestral. Sin embargo, las industrias realizan este informe mensual o quincenalmente para ver cómo está funcionando su planta de tratamiento de líquidos. Hay muchísimos puntos de monitoreo continuos, sobre todo en la zona de influencia de los salares en Jujuy. De hecho, hoy tenemos más de 400 sitios de toma de muestras de diferentes tipos como suelo, costa salina, agua superficial, agua subterránea, entre otros”, explicó el técnico.
Puntualmente, debido a que es un punto de interés especial, existen muchos monitoreos que analizan si el agua subterránea aumenta o desciende. El experto explica que hay grandes investigaciones sobre el tema porque existen dudas acerca de si la extracción de la salmuera de los salares afecta el nivel del agua subsuperficial, es decir, subterránea y los alrededores.
Lo cierto es que, en los últimos años, ha habido flotaciones normales ya que, en época seca, el agua subterránea baja y, en época húmeda, el agua subterránea sube. Sin embargo, todo esto es monitoreado y controlado periódicamente por los diferentes organismos del gobierno provincial.
¿Para qué sirve el litio en las provincias?
Si bien se habla mucho del uso que se aplica para la movilidad eléctrica, el litio tiene otros usos fundamentales que son aprovechados en las provincias claves del recurso como Jujuy, Salta o Catamarca.
“Por ejemplo, en Jujuy se están desarrollando muchos proyectos vinculados a las energías renovables, principalmente solar, pero para poder tenerla a disposición en horarios nocturnos, esta energía necesita ser acumulada en baterías de acumuladores”, explica el experto.
Bajo esta línea explica que, si se utilizan baterías de litio, que tienen muchísima mayor capacidad, “podemos ampliar mucho más esta industria de la energía renovable” y agrega: “Así que, en principio, consideramos que el litio no solo es un metal clave para la transición energética relacionada con la electromovilidad, sino también para el uso potencial en el desarrollo de energías renovables”.
El especialista puso el foco en los dispositivos electrónicos, como computadoras o celulares. A través del uso de baterías de litio, se ha logrado una mayor autonomía, menor costo para la obtención y la producción y bajo riesgo para el ambiente:
“En el marco de esta transición energética, Argentina tiene el potencial de ser uno de los principales actores a nivel mundial, lo que puede representar un gran desarrollo económico, social e incluso ambiental para el país. Esta industria puede ser muy grande si le damos una oportunidad y entre todos nos ponemos a trabajar para que sea desarrollada de manera sustentable y con respecto a las comunidades aborígenes que se encuentran a su alrededor. Nos daría la posibilidad de convertirnos en un país ejemplo en la manera de gestionar un recurso tan estratégico como es el litio”, reflexionó Bergese.
Argentina tiene vastos recursos de litio y el país no puede (o debe) desperdiciar esa posibilidad. Así lo refleja el experto que afirma: “Nosotros tenemos recursos de litio muy importantes, pero necesitamos usarlos para la producción en este momento.
«No podemos esperar porque la carrera por el litio es ahora y tiene un límite. Algunos hablan de un margen de 30 años para poder desarrollar y explotar la industria al máximo potencial, porque luego va a decaer. Así que, en este momento, creo que tenemos que abonar esfuerzos para poder sacar el mayor provecho, lo que va a traer grandes beneficios a la región, al país, a la sociedad y a las comunidades», Pablo Bergese, Ingeniero Químico especializado en control y fiscalización ambiental.
Para ello -comparte el especialista- “tenemos que estar todos en la misma línea y luchar por un mismo objetivo. Yo considero que hoy, lo que tenemos que hacer es establecer políticas y lineamientos que sean claros para todos, de manera que podamos desarrollar esta industria sin conflictos”.
Como conclusión, el experto resalta: “Debemos entender que, si no hacemos esto ahora, se nos puede pasar el momento y luego puede ser tarde”. En un plazo de seis años, Argentina tiene la capacidad de satisfacer el 17% de la demanda mundial de litio, lo que contribuiría significativamente a la generación de divisas para el país. Sin embargo, un estudio del Banco Mundial advierte que este prometedor escenario podría no materializarse si no se incrementa en cuatro veces el suministro eléctrico en las provincias del Noroeste y no se invierte sustancialmente en la mejora y el mantenimiento de las infraestructuras viales y ferroviarias. Por eso, hoy, siendo el litio el recurso del momento, debe ser aprovechado para evitar que, cuando surjan nuevas tecnologías o competidores de envergadura, no se pierda la gran oportunidad.
En su experiencia como consultor independiente, ¿cuál es su opinión sobre la relación entre el litio y la generación de empleo en la región donde se produce el recurso? ¿Qué beneficios puede aportar a las comunidades locales?
Si bien con el tiempo se fueron desarrollando proyectos de turismo rural, por ejemplo, la puna ha sido siempre una zona inhóspita para todos por la influencia de los salares, en donde incluso la agricultura y la ganadería son muy complicadas”, manifestó el especialista.
Con el surgimiento de la industria del litio, la contratación de la mano de obra ha crecido enormemente en la provincia. No solo se empleó a estos habitantes locales de la puna, si no que se han necesitado personas que vinieron de otros lugares. Incluso, en ciudades como San Salvador de Jujuy, se puede observar que mucha gente trabaja, de forma indirecta, en la industria del litio. Esta actividad trajo desarrollo económico y social.
Para Bergese, las ventajas que se han visto con el surgimiento de esta industria han sido “muchas y diversas” y reflexiona: “Lejos de la creencia de que las ganancias que se obtienen se las llevan completamente las compañías extranjeras, podemos ver que, en los hechos, hay un gran derrame de beneficios económicos y sociales de este tipo de industrias que se ve aparejado principalmente en las comunidades de la zona”.
En este sentido, el experto, además, comparte la experiencia de comunidades en el norte de Argentina con el desarrollo del recurso:
“Pueblos como Puesto 6 o Larochico, han vivido un desarrollo y una mejora sustancial de su calidad de vida a partir de la industria en sus zonas de influencia. Incluso en Jujuy hay normas establecidas por el gobierno provincial que obligan a las empresas a contratar cierto porcentaje de mano de obra local, referida a las comunidades, en donde hay prestadores de todo tipo: desde servicios de transporte de pasajeros hasta carga de residuos peligrosos, catering, limpieza, lavandería, etc.”, agregó Bergese.
¿De qué manera las comunidades participan en los monitoreos medioambientales?
“Las comunidades aborígenes en la zona de influencia directa de las diferentes industrias son invitadas a los monitoreos participativos que se realizan de manera trimestral en la provincia de Jujuy. Ellos envían a sus representantes o emisarios para que formen parte de estos y luego, hacen sus devoluciones o llevan sus comentarios a las diferentes asambleas que se realizan”, detalló Bergese.
También hay un proceso de actualización de los estudios de impacto ambiental que se presenta cada dos años. Para hacerlo, se realiza una reunión en la Unidad de Gestión Ambiental Minera Provincial (UGAM), de la que las comunidades son parte. Ellos hacen sus preguntas y sacan todas sus dudas. La participación de las comunidades en los procesos ambientales son varias, y diversas.
Por otro lado, el experto explica que los diferentes organismos gubernamentales siempre están a disposición de las comunidades, sobre todo cuando se reciben reclamos o denuncias ambientales.
Los organismos oficiales se encargan de corroborar e inspeccionar para determinar si existen procedimientos irregulares. “A veces sucede que algunas personas perciben que algo está mal por no conocer las cuestiones técnicas. En este punto, en ciertos casos se presta a confusión, y algo que parecía grave realmente no lo era. Pero lo importante es que los organismos siempre acompañan e investigan cada vez que surge alguna inquietud”, amplía.
Para concluir, ¿cómo ve el futuro de la industria limpia en la Argentina y cuál sería su mensaje principal para quienes se preocupan por los impactos que se pudieran tener?
“Definitivamente, la industria minera, en lo que es el norte de la Argentina, es uno de los próximos horizontes económicos. De hecho, como en algún momento fue la agricultura para el país, hoy creo que el principal desarrollo debe ser la industria minera porque tenemos grandes recursos y mucho potencial. Esta actividad puede traer un enorme impulso a la economía del país, algo que estamos necesitando para consolidarnos como un país productor y económicamente sustentable. Para ello, aún resta mucho camino por transitar como sociedad. Tenemos que entender que la industria minera se puede realizar de manera sustentable, con un impacto ambiental relativamente bajo y con enormes beneficios tanto para la sociedad en su conjunto, como para los gobiernos y para el país en sí mismo”.
