• Buscá todo sobre el litio en Argentina
Minería sustentable

Recursos humanos en la minería de litio: formación, inclusión y cooperación regional

El crecimiento de la minería de litio en Sudamérica enfrenta un desafío clave: contar con personal capacitado que pueda sostener la expansión del sector. El desarrollo depende de combinar formación técnica, habilidades blandas, inclusión y cooperación entre empresas, Estado y sistemas educativos, generando empleo real y oportunidades regionales.

Si solo tenés un minuto

La minería de litio en Sudamérica enfrenta un desafío que va más allá de la inversión: falta de personal capacitado para sostener su crecimiento.

Durante un panel en el Seminario Internacional del Litio 2025, especialistas coincidieron en que el desarrollo del sector depende de formar técnicos calificados, fortalecer habilidades blandas e impulsar la cooperación entre empresas, Estado y educación.

El panel también abordó cómo la automatización y la inteligencia artificial cambian los perfiles laborales. Los expertos coincidieron en que la clave será combinar tecnología, educación y políticas públicas para generar empleo real y oportunidades sostenibles en las regiones productoras.

La minería de litio avanza en Sudamérica como una de las actividades estratégicas para la transición energética global. Junto con la oportunidad de convertirse en un polo de inversión internacional, los países productores enfrentan un desafío central: la disponibilidad de recursos humanos calificados para sostener el crecimiento.

Ese fue el eje del panel “Recursos humanos: el gran eslabón para generar valor en la minería de litio”, realizado en el marco del Seminario Internacional del Litio 2025, que reunió a representantes de empresas, organismos internacionales y autoridades provinciales. Durante la mesa de diálogo se plantearon los principales puntos de congestión, las necesidades de capacitación y el rol del Estado en la articulación con el sector privado.

Competencias para una industria en transformación

Carolina Parrella, Talent & Culture Senior Manager de Lithium Argentina, describió el escenario que enfrenta la industria con datos preocupantes: “El 70% de los líderes del sector considera que el principal obstáculo para el desarrollo de los proyectos es la rotación, el movimiento y la falta de capacidades técnicas”.

Según Parrella, esa brecha se agrava por las características de las nuevas generaciones. “En 2030, el 30% de la fuerza laboral va a estar compuesto por la Generación Z, que prioriza el propósito, el aprendizaje continuo y una vida equilibrada. Eso obliga a las empresas a replantear hacia dónde van y cómo va a crecer la demanda de talento ”, agregó.

La ejecutiva planteó que el concepto de talento dejó de ser elitista para transformarse en sinónimo de participación amplia: “Todas las personas en distintos niveles, con diversas habilidades, pueden aportar al desarrollo del negocio”.

Christèle Sauder, líder del Campus Profesional Franco-Argentino, coincidió: “La clave está en las competencias más que en el ‘talento’ entendido en forma restringida. Formamos competencias, no talentos”. Además, destacó que la transición digital exige fortalecer habilidades blandas, cada vez más valoradas en los nuevos entornos laborales.

En Francia, el estudio Francia 2030 identificó tres grandes desafíos: empleos que desaparecerán, oficios que aún no existen y cambios demográficos que limitan la disponibilidad de jóvenes. Por eso, Sauder remarcó la importancia de la cooperación entre empresas, autoridades locales y centros educativos para adaptar la formación a los cambios tecnológicos.

“Por la formación profesional necesitamos la participación de las empresas; es fundamental. En Argentina y en Catamarca esa participación todavía está en camino”, señaló.

La articulación público-privada como eje

Facundo López, director de Outsourcing en Adecco, destacó que la minería exige un diálogo constante entre actores públicos y privados: “Hoy la currícula educativa no acompaña a las necesidades de la minería. Nuestro trabajo consiste en identificar qué demanda cada proyecto y preparar a la comunidad para responder a esa expectativa”.

López compartió experiencias internacionales: en Perú tienen más de 100 personas trabajan en proyectos mineros y en Chile alrededor de 900. Según él, profesionalizar proveedores y acompañar a los emprendedores locales es clave para integrarlos a la cadena minera.

“Un emprendedor que abastecía con catering a 50 personas pensaba que podía hacerlo con una faena completa. Para lograrlo, hay que acompañar el proceso de crecimiento, ver la formalización de esa compañía”.

Catamarca: un modelo de campus de entrenamiento laboral

El aporte local llegó de la mano de la Ministra de Trabajo, Planificación y Recursos Humanos de Catamarca, Verónica Soria, quien presentó la experiencia provincial con el Campus de Entrenamiento Laboral, una iniciativa que comenzó en 2023 con el respaldo de la OIT, el INET y la cooperación francesa.

“El objetivo es garantizar que la minería genere empleo y oportunidades. Por eso trabajamos en tres ejes: formación específica para el litio, inclusión de mujeres y comunidades originarias y compromiso empresarial responsable”, resaltó.

Catamarca cuenta con 40 comunidades originarias en las zonas de mayor actividad minera, lo que exige políticas activas para integrar la mano de obra local. Según información oficial del Gobierno provincial, la idea es verificar el cumplimiento de la normativa vigente, que establece que las empresas mineras y sus contratistas deben contratar al menos un 70% de mano de obra catamarqueña y priorizar también a los proveedores locales.

“Necesitamos acercar el idioma del sistema educativo al del mundo del trabajo. Ese puente es lo que hace posible que los proyectos mineros tengan un impacto real en las comunidades”, señaló Soria. 

El modelo también busca proyectarse hacia la región con acuerdos, como el de la Universidad de Atacama en Chile, fomentando cooperación transfronteriza.

Tecnología, cambio cultural y el futuro del trabajo

La automatización y la inteligencia artificial también ocupó un lugar destacado. Parrella explicó: “La capa media de las organizaciones es la más expuesta, porque la IA puede tomar decisiones y proponer acciones que antes requerían mandos intermedios”.

Por eso, el upskilling (mejorar habilidades) y el reskilling (reentrenar para nuevos roles) son prioritarios, junto con la alternancia entre formación académica y práctica. Sauder remarcó que la experiencia laboral debe construirse mientras se aprende.

Según datos de la Secretaría de Minería de la Nación, Argentina podría triplicar su producción de litio hacia 2030, lo que demandará miles de nuevos empleos técnicos y profesionales en el NOA. En ese escenario, los especialistas coincidieron en que la única manera de evitar cuellos de botella será acelerar la cooperación educativa y la capacitación práctica.

El desarrollo de la minería de litio en Sudamérica no depende solo de inversión o tecnología: requiere personas preparadas, cooperación y políticas que acompañen el crecimiento. La combinación de formación técnica, habilidades blandas, inclusión y articulación público-privada será clave para que la región consolide su liderazgo y genere empleo real y oportunidades sostenibles.

Escrito por Redacción LitioArgentina