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El litio, conocido principalmente por su uso en la industria y la tecnología, también tiene un papel importante en la salud y la alimentación. En pequeñas cantidades, este mineral puede contribuir a la estabilización del estado de ánimo y a la salud mental.
El litio en la alimentación está presente en el agua potable y en alimentos como cereales, legumbres y hortalizas. Además, el recurso ha sido utilizado en el tratamiento de trastornos bipolares porque ayuda a regular y estabilizar las emociones. Investigaciones recientes sugieren que el litio puede tener efectos neuroprotectores de mejora en la función cognitiva.
El litio actúa en el sistema nervioso central, equilibra los neurotransmisores y mejora la transmisión nerviosa. El mineral desempeña un rol en el equilibrio electrolítico y en la salud cardíaca y renal, destacándose su importancia más allá de las baterías y la transición energética.
Cuando se piensa en el litio, generalmente se lo asocia con sus aplicaciones en las industrias de la minería y la tecnología. Sin embargo, el uso de este mineral va más allá de su contribución a las baterías empleadas en la transición energética. El litio en la alimentación y la salud también está ganando relevancia.
En los últimos años, quedó demostrado que el litio se volvió importante para la alimentación y la salud. En pequeñas cantidades, siempre recomendadas por un profesional, contribuye a la estabilización del estado de ánimo y a la salud mental en general.
El litio está presente en el agua y en alimentos como el arroz, el trigo y el maíz y sus beneficios se relacionan con ciertos efectos protectores contra trastornos neurológicos. A continuación, algunas claves que destacan la relevancia del litio en la alimentación y la salud.
El litio en la alimentación
Argentina es el cuarto productor mundial de litio, por detrás de Australia, China y Chile, y es un mineral presente en la naturaleza que abunda en las provincias de Salta, Jujuy y Catamarca. Además de ser un eje central de cara a la transición energética, en los últimos años comenzó a estudiarse su impacto en la alimentación y la salud.
El litio está en pequeñas cantidades en el agua potable y en ciertos alimentos. En términos de nutrición, si bien no se considera esencial, el litio puede tener efectos positivos en la salud mental, ya que colabora en la estabilización del estado de ánimo.
El litio interactúa con las proteínas para llevar a cabo procesos neurológicos que permiten al ser humano mantener un equilibrio mental. El mineral se suministra en pacientes con trastornos del estado de ánimo -como se verá más adelante-.
El litio en la alimentación está presente en leguminosas como frijoles, habas, lentejas y garbanzos; en frutos como las moras, fresas, frambuesas y grosellas; en cereales como el arroz, el trigo y el maíz; y en hortalizas como las papas y el tomate. También está en vegetales como la calabaza, los espárragos y los champiñones, en el pescado, los riñones y el hígado y en algunos productos lácteos.
El recurso ha sido asociado con la neuroprotección gracias a su presencia en dichos alimentos: ayuda a preservar la función cognitiva y reduce el riesgo de enfermedades neurodegenerativas.
La relación del litio y la salud
Hace décadas que el litio se suministra a pacientes bipolares en episodios de depresión o manía, ya que funciona como potenciador para estabilizar y regular las emociones que se desprenden del trastorno. Lo primordial es consultar con profesionales que puedan prescribir las dosis correspondientes a cada caso.
La Sociedad Chilena de Trastornos Bipolares demostró que pacientes que recibieron indicaciones médicas de tratarse con litio mejoraron su tratamiento. La organización reveló que los informes detectaron aumentos del volumen del hipocampo, del tálamo, de la amígdala y de la corteza cerebral, con una gran generación de nuevas neuronas y de las células de glía del cerebro.
El litio actúa en dos niveles en el organismo: por un lado, es un agente normalizador del sistema hiperactivo del sistema nervioso central y bloquea las variaciones desmesuradas del humor. Por otra parte, actúa a nivel intracelular y posee funcionalidades de los procesos intraneuronales. Dentro de las principales funciones del litio se destacan:
- En el sistema nervioso central el litio colabora en su equilibrio y bienestar ya que actúa sobre los neurotransmisores mejorando las transmisiones nerviosas.
- El mineral actúa sobre el equilibrio electrolítico extra e intracelular, que sirve para que las células puedan nutrirse y eliminar sus desechos.
- Colabora en afecciones cardíacas donde suelen hallarse niveles altos de potasio en sangre. El litio, debido a sus características, ayudaría a disminuirlo.
- A nivel renal, el litio elimina el sodio sin provocar la pérdida de potasio. Además, mejora la eliminación urinaria, sobre todo de urea y ácido úrico.
Es importante conocer los diferentes usos del litio y comprender que su aplicación no solo radica en las baterías del futuro que apuntan a la transición energética sino que también se ha vuelto fundamental en otras áreas.
El medio La Tercera destacó que José Miguel Berguño, vicepresidente senior del servicio corporativo de SQM, ha puesto el foco en la relevancia del litio en el desarrollo humano: “Este mineral mejora la calidad de vida de las personas. El mundo necesita más y mejor alimento y existen muchos suelos disponibles para lograrlo. El litio es uno de los productos en los que está asociada la tecnología, pero también la salud y la alimentación”.
En la actualidad, además de la presencia del recurso en alimentos, gracias al consumo de litio como medicamento muchos pacientes con trastornos mentales han podido mejorar el control de sus emociones y aumentado su calidad de vida.
Por tu seguridad y salud, nunca te automediques. Seguí las recomendaciones de tu médico o los especialistas.
