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Litio en Salinas Grandes: por qué el Kachi Yupi ya no es válido para las comunidades

Más allá de que el acuerdo carece de validez legal al comenzar tareas de exploración de litio, algunas comunidades apoyan la exploración y participación de las empresas de litio en el territorio. En entrevista exclusiva con Litio Argentina, la opinión del geólogo jujeño Waldo Chayle.

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La posibilidad de producir litio en las Salinas Grandes de Jujuy es real. Según el geólogo Waldo Chayle, hay evidencias de litio en Laguna Guayatayoc y, con las condiciones adecuadas, la producción podría ser sostenible sin dañar el ciclo hidrológico.

La hidrogeología, una especialidad dentro de la geología, estudia la interacción del agua con el medio ambiente. Chayle sostiene que la exploración de litio genera modificaciones mínimas en el ciclo hidrológico, contradiciendo las preocupaciones de las comunidades sobre el uso indiscriminado del agua.

El acuerdo Kachi Yupi, que buscaba una decisión colectiva de las comunidades, se ha fracturado más allá de su invalidez legal en el inicio de las exploraciones de litio. Algunas comunidades apoyan la industria de litio, mientras otras se oponen, generando tensiones y presiones internas que impiden el desarrollo del recurso en el país.

¿Se puede producir litio en Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc sin afectar a las comunidades? La respuesta es sí. La posibilidad de producir litio en la zona es una realidad que promete grandes beneficios pero que, a la vez, se enfrenta a la dicotomía de un acuerdo que carece de validez legal y hoy dejó de funcionar. 

Waldo Chayle, geólogo especializado en la región, brinda su perspectiva sobre la fuerza y validez del documento y se refiere al verdadero impacto ambiental y las dinámicas de los grupos comunitarios que viven estas zonas de Jujuy.

Para comenzar, el especialista, quien ha trabajado en diversos proyectos en la Puna y la Quebrada de Humahuaca como docente investigador de la Universidad Nacional De Jujuy, explica que, desde la geología, existe una especialidad muy importante en la industria del litio: la hidrogeología. 

Consultado sobre influencia que tiene el litio en el uso del agua y cómo afectaría el litio en Salinas Grandes, que es una de las grandes preocupaciones o reclamos de las comunidades aborígenes de la zon, el especialista remarca que, según estudios, la exploración “no genera modificaciones en el ciclo hidrológico o es leve, asignado a condiciones climáticas». 

Para entrar en detalles, la hidrogeología se centra en cómo el agua interactúa con las formaciones geológicas, y estos estudios sugieren que la extracción de litio no tiene un impacto significativo en el ciclo del agua, contradiciendo las preocupaciones de las comunidades sobre el uso indiscriminado del agua.

La hidrogeología es crucial porque permite comprender cómo la extracción de recursos naturales afecta los sistemas de agua subterránea y superficial. Según Chayle, los estudios realizados hasta ahora indican que el impacto es mínimo y está más relacionado con las variaciones climáticas que con la actividad minera en sí misma. Esto proporciona una base científica para argumentar que la producción de litio puede ser compatible con la sostenibilidad ambiental.

Exploraciones en Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc

La exploración de litio en Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc está en sus primeras fases. Según Chayle, se realizaron trabajos para tesis de grado y postgrado las cuales indican la presencia de litio. “Una perforación en Laguna Guayatayoc, por ejemplo, dio valores positivos”, comparte. 

El experto también destaca que la preocupación de las comunidades es por el “uso del agua” pero aclara que el agua a la que se refieren es en realidad una salmuera quese vierte en las piletas de secado. “Esta agua es la que reclaman las comunidades, pero no puede ser utilizada para ganado, vegetación o consumo”, explica y enfatiza: “Si encuentran litio para explotar, las demás condiciones están dadas para ser sostenible”.

Esto significa que su uso en la minería no competirá directamente con otras necesidades locales de agua. Esta distinción es crucial para responder a las preocupaciones de las comunidades sobre el uso del agua y asegurar que las operaciones mineras puedan coexistir con otras actividades económicas y sociales en la región.

El quiebre del Kachi Yupi

El Kachi Yupi, acuerdo que unía a 33 comunidades para decisiones conjuntas, se ha fracturado. En su columna de opinión, Waldo Chayle afirma que «el Kachi Yupi ya no funciona porque existen comunidades dentro que otorgan el permiso a las empresas de litio a poder producir». Esta fragmentación refleja las tensiones internas y las diferentes prioridades económicas y políticas dentro de las comunidades. Algunas han cedido a las presiones de comunidades opositoras y apoyan la exploración.

“Algunas comunidades se encuentran en áreas turísticas y les va muy bien económicamente y también comunidades que explotan sal común y también les va bien. Pero muchas comunidades no tienen esos beneficios y cuando quieren entrar con el litio son presionadas por otras comunidades. En esta situación el Kachi yupi ya no funciona. Podrán seguir los reclamos, pero ya no serán las 33 comunidades juntas”, aclara Chayle. 

El Kachi Yupi surgió como una herramienta para unificar las decisiones de las comunidades respecto a la explotación de recursos, pero la realidad actual muestra que esta unidad es difícil de mantener. Se trata de un acuerdo que se realizó entre comunidades hace algunos años pero no es un instrumento legal válido al momento de, por ejemplo, iniciar los trabajos de exploración de litio.

En cada uno de los casos, la empresa interesada en explorar el territorio debe consultarle y presentarle el proyecto únicamente a la comunidad superficiaria, algo que define el Estado y no las empresas.

Las empresas cumplen

Las empresas de litio en Jujuy siguen estrictamente las normativas. Chayle señala que las diversas compañías “cumplen estrictamente con las normativas existentes” y resalta: “En el caso del agua realizan mediciones continuamente sobre el uso en consumo, tratamiento del mineral». 

Bajo la misma línea, el docente investigador de la Universidad Nacional De Jujuy propone que “las comunidades debieran realizar por su cuenta con apoyo, por ejemplo del Estado, FARN u otros, trabajos de medición de agua para saber si efectivamente la empresa utiliza la cantidad de agua que dice utilizar”. Esta colaboración ayudaría a resolver las dudas y preocupaciones de las comunidades sobre el impacto de la minería en sus recursos naturales. La pregunta es ¿por qué hasta ahora no se realizó? 

La adherencia a las normativas por parte de las empresas es esencial para mantener la confianza y la legitimidad de las operaciones mineras. Las mediciones continuas del uso del agua y otros recursos son parte integral de estas normativas. Actualmente es algo que el Estado controla y en lo que cada comunidad involucrada participa. 

Entre las empresas que hoy trabajan por la zona de Salinas Grandes encuentra Lition Energy que, con el apoyo de la Comunidad de Lipán, comenzó a explorar, realizó trabajos de geofísica y geoquímica e instaló un campamento para comenzar con las perforaciones de pozos exploratorios. 

La empresa, según muestra en sus redes sociales, realiza un trabajo en conjunto con la comunidad aborigen de Lipán. Incluso, recientemente mejoró la red de agua de esta localidad instalando más de 5,6 kilómetros de cañerías, 6 cisternas de recarga y 5 tanques de agua, además de un moderno proceso de cloración del agua. Todo esto para permitir el acceso al agua de manera segura a las personas que habitan la localidad puneña. Justo lo que reclaman las comunidades opositoras. 

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Escrito por Redacción LitioArgentina