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La producción de litio continúa expandiéndose en América Latina, esta vez, de la mano del proyecto Falchani. Se trata de la primera y única iniciativa llevada a cabo en Perú a partir del descubrimiento de un yacimiento en Puno.
Ulises Solís, gerente general de la empresa encargada del proyecto, detalló cuál fue la inversión realizada por Macusani Yellowcake y compartió que la minera espera iniciar las operaciones en 2027 e instalar una refinería propia en 2028. Además, el ingeniero explicó cuál es el plan para llegar a 100 mil toneladas de litio producidas a partir del noveno año.
Actualmente, el proyecto se encuentra en la etapa de evaluación del Estudio de Impacto Ambiental y representa una gran oportunidad para colocar a Perú como uno de los principales proveedores de litio en el mundo. Este se diferencia de la producción de litio en Argentina -que se realiza mediante salares- ya que su extracción será a través de minería tradicional, mediante roca, como en Australia.
Tenemos que remontarnos hasta 1981 para encontrar los primeros estudios sobre litio en suelo peruano. Aquellas investigaciones realizadas por el Instituto Geológico Minero y Metalúrgico (Ingemmet) a lo largo y a lo ancho del país no alcanzaron el éxito esperado. Sin embargo, casi cuatro décadas después, se encontró un gran yacimiento de litio en el departamento de Puno, que sigue siendo el único proyecto descubierto en Perú y está a cargo de la compañía Macusani Yellowcake.
Localizado en el distrito de Corani, provincia de Carabaya, Falchani es el nombre del proyecto con el que Perú pasó a ser el cuarto país con recursos de litio en roca a nivel global. De esta manera, podrá convertirse en productor del mineral junto a las tierras que conforman el Triángulo del Litio: Argentina, Chile y Bolivia.
En una entrevista con el programa Diálogos Mineros del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), Ulises Solís, gerente general de Macusani Yellowcake, detalló que la minera encontró 9,5 millones de toneladas de carbonato de litio tras invertir cerca de USD $82 millones en exploración. “Estos son recursos medidos, indicados y recursos inferidos. Lo interesante es que 5,1 millones de estos recursos ya son medidos e indicados, y se puede decir que ya contamos con reservas”, expresó.
La situación actual
En este momento, el proyecto Falchani se encuentra en la etapa de evaluación del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) semidetallado para proceder a la última fase de exploración en Corani. Este documento ya fue presentado en octubre del año pasado. No obstante, la consultora SRK Perú debió levantar las observaciones arrojadas para que sea aprobado por el Ministerio de Energía y Minas (Minem).
“Nosotros creemos que el EIA debe ser presentado para el primer trimestre del próximo año, y en un plazo de 18 meses que dure la evaluación, podríamos tener la aprobación del EIA”, afirmó Solís, quien confirmó que una vez culminada esta etapa podrán comenzar con la explotación.
A propósito de la misma, el ingeniero explicó: “Debemos ejecutar un poco más de 400 plataformas de perforación, solo taladros verticales a 300 metros de profundidad y hacer una línea de 12 kilómetros de perforación. Con esto tendríamos las reservas probadas”.
Al trabajar desde la roca, el proceso que llevará a cabo Perú se diferencia netamente del que se realiza en Argentina. Además de obtenerse a través de rocas especiales denominadas “pegmatitas”, también se puede producir mediante los salares. A diferencia del primero, que tiene una familiaridad con las extracciones tradicionales de otros metales, en los salares, hay un sistema de bombeo seguido de evaporación de la salmuera u otro método de extracción directa (DLE).
Estimaciones de inversión y producción
Según indicó Solís, Macusani Yellowcake deberá realizar una inversión de aproximadamente USD $847 millones entre todas las etapas del proyecto, y aseguró que la intención de la compañía es iniciar sus operaciones durante el segundo semestre de 2027. Si la evaluación y aprobación del EIA demora 18 meses, en dicho año podrían comenzar la construcción y producción.
“Nuestra producción anual de los cuatro primeros años será de 25 mil toneladas de carbonato de litio equivalente por año. Haremos caja, recuperamos la inversión y de ahí nos vamos a 53 mil toneladas, al año número ocho, para luego llegar a 100 mil toneladas a partir del año número nueve”, detalló el gerente general.
Asimismo, señaló que otra de las metas de la compañía es que Perú cuente con su propia refinería de litio. “La refinería la debemos tener instalada en 2028, operando para llevar carbonato de litio grado batería”, sentenció.
Marco legal
Frente al avance de este proyecto, Carmelo Condori, director de Promoción Minera del Minem, dejó en claro que el litio está dentro de la regulación establecida por la Ley General de Minería como cualquier otro metal. Por su parte, Solís coincidió con el especialista.
La Ley N° 31283, promulgada en julio de 2021, declara de necesidad pública la exploración, explotación e industrialización del litio y sus derivados, resaltando que su comercialización constituye un recurso estratégico para garantizar el desarrollo de la industria nacional en grado batería y el procedimiento para el reciclaje de las baterías de litio.
El potencial del proyecto
Frente a la creciente demanda de litio a nivel mundial, la cual se espera que siga aumentando a lo largo de los próximos años, el proyecto Falchani representa una oportunidad única para Perú en términos de innovación, competitividad y sostenibilidad, sin mencionar el impacto económico que podría tener.
Gracias al enorme potencial de la región, iniciativas como la de Macusani Yellowcake harán que Perú tenga altas probabilidades de volverse uno de los principales proveedores de litio en el mundo y fortalecerán su posición en el mercado de minerales. Por esta razón, si bien el proceso de producción implica varias etapas y grandes inversiones en cada una de ellas, es esencial fomentar el desarrollo de otros proyectos del estilo para lograr estos objetivos.
