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Litio en la medicina: para qué y cómo se aplica en medicamentos

Además de tener una influencia directa en tecnologías de almacenamiento de energía y la transición energética, el litio también tiene que ver en el ámbito de la salud. Desde hace décadas, se utiliza para tratar a pacientes con bipolaridad o depresión y ayuda a regular las emociones y a evitar episodios maníacos o depresivos.

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En 1940, el litio comenzó a investigarse y, posteriormente, a utilizarse para tratar algunas enfermedades mentales como la bipolaridad o la depresión. 

El litio, administrado a través de medicamentos recetados por profesionales, actúa directamente sobre el cerebro y quedó comprobado por varios estudios que facilita la generación de neuronas, además de ayudar a balancear los químicos que producen episodios de manía o depresión. A nivel mundial, se convirtió en uno de los tratamientos más populares para pacientes bipolares o con otros problemas de salud mental.

Por lo general, el litio se presenta en diferentes formatos según el tipo de tratamiento o de paciente. Los más comunes son las tabletas, las cápsulas, las tabletas de liberación prolongada y la solución líquida. Otra forma habitual son las sales de litio, utilizada fundamentalmente en pacientes bipolares, o citrato de litio, aunque su uso es menos común. 

Leer con responsabilidad este artículo. Ante síntomas de depresión o similares recurra a un profesional. 

Aunque el litio fue descubierto en el siglo XIX por el químico Johan August Arfwedson, su implicancia en el ámbito de la salud mental se estableció varios años más tarde.

En la década de 1940, el psiquiatra australiano John Cade realizó investigaciones que se volvieron cruciales sobre el uso del litio para tratar trastornos mentales, en particular la manía bipolar. En 1949, publicó un artículo en el que describía el efecto estabilizador del consumo de litio en pacientes con ese problema. 

Ese hecho marcó un antes y un después en el uso del mineral en la terapia para el tratamiento de distintas afecciones mentales. Desde ese momento, es un fármaco estabilizador del estado de ánimo que resulta positivo en muchos pacientes.

El litio y la salud mental

En 1966, el psiquiatra danés Mogens Schou siguió la línea de pensamiento de Cade y realizó estudios demostrando el efecto preventivo del litio en la aparición de las fases de depresión o manía, particularmente en personas con trastorno bipolar.

Schou  concluyó que, cuando se usa el litio como potenciador para ayudar a estabilizar y regular las emociones en la bipolaridad, y el cuadro depresivo remite, el paciente debe continuar con la misma dosis con la que se logró la mejoría al menos por un año. 

Por su parte, la Sociedad Chilena de Trastornos Bipolares determinó que estudios de seguimientos de algunos pacientes demostraron que quienes recibieron indicaciones médicas de tratarse  con litio mejoraron su tratamiento. 

La misma organización reveló que a quienes se les suministra litio a través de medicamentos se les han detectado aumentos del volumen del hipocampo, del tálamo, de la amígdala y de la corteza cerebral, con una mayor generación de nuevas neuronas y de las células de glía del cerebro. 

Especialistas que realizaron estudios en Dinamarca y Brasil  arribaron a la conclusión de que el uso de litio se asocia con una menor incidencia de demencia. En estudio se probó, durante un año, en mujeres mayores que presentaban deterioro cognitivo leve, con resultados positivos comparados con otros métodos.

Por lo general, el litio se presenta en diferentes formatos según el tipo de tratamiento que recomiende el profesional para el paciente, siendo los más comunes las tabletas, las cápsulas, las tabletas de liberación prolongada, la solución líquida o sales de litio.

Efectos en la mente

El litio como medicamento, recetado por profesionales en las dosis estipuladas para cada paciente, influye en la mente para normalizar los cambios de humor que se producen en los pacientes con trastorno bipolar por el desbalance de químicos y ayuda a restaurar la estabilidad afectiva a largo plazo. Además, minimiza la gravedad de los episodios depresivos y previene la aparición de fases maníacas.

Al día de hoy, pese a que este tipo de tratamientos son cada vez más comunes, se desconoce cuál es con exactitud el efecto del litio sobre el sistema nervioso en sí. Los resultados arrojan un mejor control sobre las emociones, ya que actúa sobre la parte bioquímica del cerebro, pero el impacto que tiene en el cerebro no terminó de determinarse por completo.

De acuerdo a indicaciones médicas, los pacientes que utilizan el mineral deben someterse con regularidad a análisis de sangre para medir la concentración plasmática del medicamento y estar siempre bajo prescripción médica. 

Hoy en día, gracias al consumo de litio como medicamento indicado por profesionales, son muchos los pacientes con trastornos mentales, en particular con depresión severa o bipolaridad, que pudieron mejorar el control de sus emociones y vivir con las menores complicaciones posibles. 

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Escrito por Redacción LitioArgentina