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¿Cuáles son las principales semejanzas entre la minería tradicional y la del litio?

La minería del litio y la industria petrolera son diferentes cuando se habla de extracción, pero guardan similitudes por su importancia económica, desafíos ambientales y demandas energéticas. En este artículo, Sebastián Gómez, geólogo senior de exploraciones, aborda la temática desde una perspectiva novedosa.

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La industria del litio continúa en crecimiento, impulsada por la demanda de baterías para almacenar energía renovable. Argentina es uno de los principales productores del mineral y, en los últimos años, ha tomado recursos y tecnología de la industria del petróleo, igualmente fundamental para el país.

El geólogo de exploraciones Sebastián Gómez sugiere que ambas industrias están relacionadas en cuanto a ciertos procesos, lo que resulta en una eficiencia en la producción y en reducción de costos. Pese a las semejanzas que existen entre el litio y el petróleo, también existen diferencias en cuanto a la ubicación geográfica y la infraestructura de cada industria.

Cuando se habla de “drilling” o perforación, tanto en la extracción de petróleo como de litio, el especialista pone el foco en comprender la geología del área y la aplicación de una tecnología que pueda adaptarse a las necesidades de cada sector.

A simple vista, el universo del litio nada tiene que ver con el del petróleo. Sin embargo, en los últimos años, muchas empresas petroleras han apostado al “nuevo” mineral con el objetivo en mente de incursionar en el mundo de los autos eléctricos. 

Con el correr del tiempo, la demanda de litio como un insumo clave en el mundo. Junto a Australia, China y Chile, Argentina se ha posicionado como el cuarto productor más importante y se estima que produce el 5% del recurso a nivel mundial.

De acuerdo al Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS) por sus siglas en inglés, Argentina es el país que cuenta con las segundas reservas mundiales detrás de Bolivia y se sitúa en tercer lugar en cantidad de reservas “comercialmente viables” junto a Chile y Australia.

Por otro lado, cuando se hace referencia al petróleo también se habla de un crecimiento nacional: en 2023, Argentina bombeó un adicional de 9,6 millones de barriles a comparación de 2022. Este salto productivo se debió en parte a los yacimientos de Neuquén en Vaca Muerta y a las provincias de Chubut, Santa Cruz y Mendoza.

Pero, ¿existen similitudes entre las industrias del litio y el petróleo? ¿Cuáles son los puntos en común y en qué se diferencian? Sebastián Gómez, geólogo senior de exploraciones, aborda la temática desde una perspectiva novedosa. 

Minería subterránea y a cielo abierto

Para Gómez, cuando se habla de minería tradicional, se hace referencia a dos grandes formas de obtención: la subterránea y la que se realiza a cielo abierto. Esta última engloba “diversas metodologías e incluye a los llamados Open Pit, tajos abiertos, que se utilizan en minería y de gran y menor escala en depósitos no metálicos”.

En Open Pit, la finalidad es extraer grandes volúmenes de roca que contiene bajos porcentajes de mineralización generalmente diseminados. “El resultado de esto es una abertura de grandes dimensiones en el terreno, desarrollada con mucha precisión, para extraer el máximo contenido de roca mineralizada sin riesgo de derrumbe”, explica.

Una vez que esa roca se extrae, el material es transportado a una planta de procesamiento para la molienda y, posteriormente, se separa el mineral de interés del resto de la roca obtenida. 

Por otro lado, el minado subterráneo es la “explotación del recurso minero que se desarrolla por debajo de la superficie del terreno”. El experto expica que, para este método, “se deben considerar no sólo las características propias del depósito sino también los costos de extracción”. 

Cuando sea habla de litio -subraya Gómez- el mismo puede obtenerse a través de rocas especiales denominadas “pegmatitas” y de salares: “El primero tiene una familiaridad con las extracciones tradicionales de otros metales, por lo que, bajo esta modalidad, se extrae el litio mediante minería a cielo abierto”. 

Caso contrario, cuando el litio se extrae a partir de salares, en la mayoría de los casos hay un sistema de bombeo seguido de evaporación de la salmuera u otro método de extracción directa (DLE): “Se bombea salmuera de los pozos y luego el material es transportado a piletas de evaporación construidas en las propias salinas que están impermeabilizadas. En estas piletas se separa el litio de otras sales a través de la evaporación o la precipitación hasta lograr la salmuera concentrada en litio”. 

Semejanzas entre el litio y el petróleo

Gómez remarca que, desde el punto de vista de la extracción, la industria del litio “va adquiriendo metodologías de la industria del petróleo” y comparte que, “ya sea desde máquinas de perforación, sistemas de control de sólidos que generan un trabajo amigable con el medio ambiente y capacitación de personal de las comunidades con técnicas adquiridas de la industria petrolera, estos dos mundos se van relacionando”, indica.

Para el experto, las consecuencias de esta retroalimentación son favorables: “Los conocimientos se fueron adquiriendo y aplicando en la actividad del litio con resultados positivos que van desde la eficiencia en ensayos de bombeo hasta tecnología en tiempo real y reducción de costos”.

Al hablar de las diferencias, las mismas radican principalmente en cuestiones de ubicación geográfica. Gómez subraya que son ámbitos distintos de trabajo, ya que la disparidad en infraestructura entre una industria y otra es “notable”.

“El mundo del petróleo lleva decenas de años en cuanto a infraestructura y capacitación, mientras que desde que inició el boom del litio no han pasado tantos años”, explica. Pese a eso, las provincias de Salta, Jujuy y Catamarca se han adaptado rápidamente a este nuevo mineral y ya son muchas las empresas que operan hace tiempo en su extracción. 

“Se ha observado una gran demanda de profesionales y personal técnico calificado en la industria, mejoras en los sistemas y la comunicación entre las empresas, las comunidades y los organismos. Actualmente, hay una migración de personal desde la industria del gas y el petróleo al litio por cuestiones de cercanía o de incursionar en las denominadas ‘energías limpias’”, concluye.

Proceso de drilling

El proceso de “drilling” o “perforación” en la industria del petróleo refiere a la creación de pozos en el suelo para acceder a depósitos subterráneos, en este caso, de petróleo y gas natural. En el litio el término refiere a la misma técnica pero para alcanzar la extracción de salmuera.

Consultado por las diferencias del método entre una industria y la otra, Sebastián Gómez distingue: “En el litio, el drilling consiste en entender la geología de la cuenta donde se emplaza un salar desde una prospección geofísica y mediante un estudio gravimétrico para comprender cómo es el basamento hidrogeológico. Esto es para determinar zonas conductivas o resistivas desde donde se podrá encontrar, posiblemente, el recurso”.

Bajo esta línea continúa y detalla cómo es la búsqueda en el proceso: “Se debería hacer también una tomografía eléctrica para determinar las interfases de agua dulce y de salmueras. Una vez que se recopila la información, se hace una perforación donde se baja una bomba electrosumergible que dará inicio a una serie de ensayos para determinar parámetros hidráulicos de un conjunto de pozos cuyo objetivo es comprender la química de fluidos, cuantificarlos, determinar reservas, zonas productivos y la vida útil del área”, señala el profesional. 

Como geólogo que se desempeña en la industria petrolera e incursiona de a poco en los ‘batery metals’, Sebastián Gómez observa que mucha tecnología proveniente del petróleo se aplica en esta otra industria “efectivizando costos y aumentando la obtención de datos de calidad para el armado de un modelo geológico robusto y certero”.

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Escrito por Redacción LitioArgentina