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Marruecos formó su primer acuerdo para explorar litio en el Sáhara Occidental, buscando fortalecer su industria minera y su estrategia de transición energética.
La exploración de litio es clave para el desarrollo de baterías y la electromovilidad, con una demanda creciente a nivel global. Aunque estas iniciativas representan oportunidades económicas, también enfrentan desafíos ambientales, regulatorios y geopolíticos.
El litio es el mineral del futuro, y cada vez más países buscan su lugar en esta industria. ¿Cómo impactará esto en el mercado global?
Marruecos oficializó su incursión en la exploración de litio con un proyecto en el Sáhara Occidental, una región rica en minerales y estratégica para el desarrollo de energías limpias.
Según el portal Ecsaharaui, la Oficina Nacional de Hidrocarburos y Minas de Marruecos (ONHYM) firmó un acuerdo con LARC Morocco, filial de Lithium Africa Resources Corp, para evaluar el potencial del litio y del oro en la zona de Bir El Mami, cerca de Dajla.
Este movimiento responde a la creciente demanda global de litio, impulsada principalmente por la fabricación de baterías para vehículos eléctricos. Con este proyecto, Marruecos busca posicionarse en el escenario del suministro de minerales críticos, alineándose a la tendencia mundial de la transición energética y soberanía industrial.
Un mercado en expansión
Actualmente, el mercado del litio está dominado por países como Australia, China y los que conforman el Triángulo del Litio (Argentina, Chile y Bolivia), que manejan gran parte de la producción y refinamiento de este mineral. Sin embargo, el interés creciente de otras naciones por desarrollar sus propias fuentes de litio refleja la necesidad de diversificar la cadena de suministro y garantizar el acceso a este recurso clave.
En este contexto, Marruecos también busca fortalecer su industria minera más allá del litio. Conocido por sus reservas de fosfato y cobalto, el país desarrolló una estrategia para duplicar sus ingresos provenientes de la minería no fosfatada, proyectando alcanzar los 1.700 millones de dólares para 2030.
Esto incluye la creación de centros de procesamiento de minerales para baterías, lo que refuerza su atractivo como destino de inversión en la transición hacia energías limpias.
Desafíos y oportunidades
A pesar del potencial de la exploración de litio en Marruecos, el proyecto también enfrenta desafíos por la disputa sobre la soberanía de la región en que se encuentra. En este contexto, organizaciones internacionales cuestionaron la legitimidad de la iniciativa en este territorio, argumentando que debe contar con el consentimiento de toda su población.
Por otro lado, la asociación entre Lithium Africa Resources Corp y el grupo chino Janfeng Lithium podría representar una ventaja estratégica para Marruecos. La experiencia de estas empresas en exploración y producción de litio podría acelerar el desarrollo de una industria nacional capaz de abastecer la creciente demanda global.
El ingreso de Marruecos al mercado del litio refuerza la tendencia global de expansión en la exploración de este mineral. Con una demanda en aumento y el impulso hacia la electrificación del transporte, el país podría desempeñar un rol clave en el suministro de materiales esenciales para la transición energética.
Sin embargo, el éxito de su estrategia dependerá de su capacidad para desarrollar una industria minera sostenible y compatible con los estándares internacionales. Con inversiones en exploración, procesamiento y alianzas estratégicas, Marruecos podría consolidarse como un nuevo protagonista en la industria global del litio.
Otros países que también apuestan por el litio
Además de Marruecos, otros países están desarrollando proyectos para integrarse en la creciente industria del litio. En América Latina, Perú avanza con el proyecto Falchani, ubicado en Puno y liderado por Macusani Yellowcake. Se estima que la región alberga 9,5 millones de toneladas de carbonato de litio, con planes de iniciar operaciones en los próximos años mediante minería de roca, un método distinto al utilizado en los salares de Chile y Argentina.
Por otro lado, en Estados Unidos, la reciente identificación de un yacimiento masivo en la Caldera McDermitt, entre Nevada y Oregón, ha generado gran expectativa. Se estima que podría contener hasta 40 millones de toneladas de litio, lo que lo convertiría en una de las mayores reservas del mundo. Este hallazgo refuerza el interés del país por desarrollar una cadena de suministro propia y reducir su dependencia de importaciones.
Así, el ingreso de Marruecos, Perú y Estados Unidos al mercado del litio realza una tendencia global. Con una demanda en aumento y el impulso hacia la electrificación del transporte, estos países podrían desempeñar roles clave en el suministro de materiales esenciales para la transición energética.