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Con una creciente demanda de litio para la fabricación de baterías y tecnologías limpias, Argentina se consolidó como un destino atractivo para inversores internacionales.
El Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) es una herramienta clave para atraer inversiones extranjeras en el sector del litio en Argentina: ofrece beneficios fiscales y exenciones impositivas a las empresas que buscan contribuir con proyectos mineros.
Gonzalo Castañeda Nordmann, Diplomado en Derecho Minero, Regulación y Gestión Minera y especialista en temas ambientales, explicó a Litio Argentina que el impacto de estos proyectos en las comunidades locales es significativo. Por ejemplo, en la creación de empleo y el fortalecimiento de cadenas de valor.
El éxito del RIGI no solo impulsará el desarrollo del litio, sino también el de otros minerales como el cobre y el oro, y consolidará a Argentina como un actor clave en el mercado minero global.
La aprobación mediante el Boletín Oficial del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) fue una noticia clave para el desarrollo de la industria del litio en Argentina. Fundamentalmente, esta normativa busca atraer y promover inversores internacionales en proyectos que aporten valor agregado a la economía nacional.
Este régimen tiene como objetivo facilitar la entrada de capital extranjero, por lo que ofrece exenciones fiscales y beneficios a las empresas que contribuyan, por ejemplo, a proyectos mineros en el país. Así, el RIGI se convierte en una herramienta fundamental en el proceso de producción y exploración de los minerales en nuestro país.
Con la creciente demanda de litio para la fabricación de baterías y tecnologías limpias, Argentina logró posicionarse como un destino interesante para las inversiones. El RIGI es una herramienta fundamental en este proceso, ya que incentiva la inversión en la exploración y producción de litio, sobre todo en las provincias del norte, que están en el centro del auge minero.
Sin embargo, para que este régimen despliegue todo su potencial, es necesario superar obstáculos como las restricciones cambiarias, que limitan el flujo de inversiones.
¿Cómo impactará el RIGI en las comunidades?
Sobre este punto crucial, el especialista explica que lo más importante es que “el 80% de la inversión permanece en Argentina, beneficiando directamente a las regiones donde se ejecutan estos proyectos y a su gente, con trabajo y derrame económico”.
Bajo la misma línea, resalta que las empresas mineras “invierten significativamente más en el pago de salarios y proveedores locales que lo que aportan al Estado en términos de carga tributaria. Este efecto multiplicador es lo que realmente debe importar”.
Entre restringir proyectos por la alta carga tributaria o permitirlos con una carga menor y mayor contratación local, la segunda opción es claramente más beneficiosa: impulsa la economía local, fortalece las cadenas de valor y contribuye a la prosperidad del país.
Las empresas mineras, al invertir, priorizan la contratación de recursos y proveedores locales, lo que promueve el desarrollo económico de las comunidades y personas que viven alrededor de la operación.
La variedad de proveedores es mayor de lo que se podría pensar. Sectores como la fabricación e instalación de campamentos en la Puna, perforación, catering, construcción, seguridad, ingeniería, consultorías ambientales, medicina, entre otros, crecieron considerablemente. Al tercerizar y subcontratar estos servicios, la minería potencia el desarrollo local, superando con creces el impacto de la carga tributaria.
De este modo, el desarrollo de estos proyectos impactará positivamente en las comunidades, principalmente a través de la creación de empleo, tanto directo como indirecto, y el fortalecimiento de las cadenas productivas locales. Adicionalmente, muchas provincias cuentan con normativas que exigen un porcentaje mínimo de contratación local, lo que asegura que esta dimensión esté cubierta.
“No olvidemos que el mineral no extraído no tiene valor. Es fundamental establecer un régimen que permita inversiones para aprovechar los recursos de nuestro suelo”, agregó el Doctor.
¿Por qué el RIGI es fundamental para el desarrollo del litio?
El RIGI ofrece incentivos que hacen que las inversiones en proyectos mineros sean más atractivas y presenten menores riesgos financieros. Gonzalo Castañeda Nordmann, Doctor y Diplomado en Derecho Minero, Regulación y Gestión Minera y especialista en temas ambientales, explicó a Litio Argentina que el RIGI es muy importante para el impulso de la industria del litio.
En primer lugar, los proyectos adheridos a este régimen adquieren derechos y beneficios fiscales significativos. Entre ellos:
- Reducción de la alícuota del impuesto a las ganancias al 25%.
- Ventajas en la amortización de bienes.
- Posibilidad de pagar el IVA mediante crédito fiscal.
- Exenciones de derechos de exportación después de tres años de adhesión.
- Libertad para importar y exportar bienes necesarios para sus proyectos.
- Posibilidad de llevar los registros contables en dólares estadounidenses utilizando las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF), entre otros beneficios críticos para estas inversiones.
Sin embargo, cabe destacar, que el RIGI acompaña estas ventajas con obligaciones que, de no cumplirse, pueden resultar en la pérdida de los beneficios, ya que el régimen busca garantizar la inversión a largo plazo en proyectos de gran envergadura en todo el territorio nacional.
“No cualquiera se atreve a invertir más de 200 millones de dólares sin las condiciones adecuadas. El temor a invertir en un país con inestabilidad, alta inflación, fluctuaciones cambiarias, restricciones a las importaciones y exportaciones, y una alta carga tributaria fue siempre nuestro mayor obstáculo. ¿Quién se arriesgaría bajo tales circunstancias?”, invitó a reflexionar Gonzalo Castañeda Nordmann.
Y agregó: “El precio del litio pasó de 84 mil dólares por tonelada de LCE a fluctuar entre 10 y 15 mil dólares este año, con la AFIP/Aduana fijando un valor de referencia en 11,35 USD/kg. Esto nos indica que, en los negocios volátiles, las variables como el precio pueden determinar si un proyecto se desarrolla o no”.
En este sentido, explaya que, en las condiciones actuales, producir litio es factible “solo para aquellos con contratos de suministro a un precio competitivo” y suma que el resto de los proyectos de litio “están a la espera de mejoras en las condiciones de precio y mercado”.
Sin embargo, el RIGI no solo beneficiaría al desarrollo de proyectos de litio, sino también a otros de mayor envergadura, como los de cobre, plata y oro.
A futuro, el éxito del RIGI dependerá en gran medida de la capacidad de adaptación del marco económico del país. La eliminación de otras barreras, como las restricciones cambiarias, será clave para atraer a nuevos inversores, consolidar las operaciones en marcha e impulsar el lugar que Argentina ocupa como productor de litio a nivel global.
Además, el desarrollo de la industria del litio, junto con otros recursos como el cobre y el oro, presenta una oportunidad histórica para las comunidades locales, siempre que se prioricen políticas inclusivas y de desarrollo sostenible.
El gran desafío será garantizar que los beneficios se traduzcan en un crecimiento equitativo, donde las regiones productoras y sus comunidades sean los principales favorecidos.
