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Argentina, con 4 millones de toneladas de reservas de litio confirmadas por el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), ocupa el tercer lugar a nivel mundial en términos de reservas, pero se encuentra en quinto lugar en producción.
En el escenario global, la competencia en la producción de litio es intensa, especialmente entre Chile, que posee 9.3 millones de toneladas de reservas y es el segundo mayor productor mundial, y Australia, que lidera con 88,000 toneladas producidas en 2024 gracias a sus operaciones a gran escala.
La proyección del mercado global de litio indica un futuro prometedor para Argentina. Con la demanda global aumentando y las proyecciones de que la producción mundial podría no satisfacer la demanda para 2040, Argentina se encuentra en una posición favorable para atraer inversiones significativas, como las proyectadas por el Baker Institute for Public Policy, que estiman hasta 7.000 millones de dólares en inversiones hacia 2032.
Argentina alberga una de las mayores reservas de litio del planeta, con 4 millones de toneladas identificadas, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). A pesar de ocupar el tercer lugar en cuanto a reservas, la nación se sitúa actualmente como el quinto productor mundial.
Este desfase destaca un campo amplio para crecer en un mercado cada vez más importante, impulsado por la demanda de tecnologías limpias y sostenibles. El litio es una materia prima esencial para la fabricación de baterías que alimentan desde teléfonos inteligentes hasta vehículos eléctricos.
El informe del USGS señala que, a diferencia de Chile y Australia, líderes en la producción de litio, Argentina posee un sector más fragmentado con muchas empresas involucradas y diversos proyectos en desarrollo. En el caso del país vecino, la producción de litio está dominada por dos grandes jugadores que son SQM y Albemarle.
Por eso, la diversidad presente en el país puede ser una ventaja si se maneja con estrategia y cooperación, permitiendo a Argentina incrementar su producción y eficiencia. En este sentido, la inversión de tecnología y procesos, y el apoyo de las comunidades, pueden convertir sus reservas en beneficios económicos tangibles y sostenibilidad a largo plazo en las provincias productoras.
Los protagonistas del estudio
El liderazgo mundial en la producción de litio muestra una competencia reñida entre los principales países con vastas reservas. A la cabeza de la lista se encuentra Chile, que en 2023 fue el segundo mayor productor de litio, con 49.000 toneladas métricas. Las reservas chilenas, concentradas en el Salar de Atacama, ascienden a 9.3 millones de toneladas, lo que destaca la significativa ventaja geológica que posee el país en este mercado.
En segundo lugar, en producción se encuentra Australia, que en 2024 logró la cifra récord de 88.000 toneladas métricas. Las reservas australianas de litio alcanzan los 7 millones de toneladas, destacándose por operaciones a gran escala lideradas por consorcios como Tianqi, IGO y Albemarle, que demuestran la capacidad de colaboración y eficiencia en la explotación de estos recursos.
Argentina ocupa un lugar destacado en cuanto a reservas, con 4 millones de toneladas confirmadas, pero se sitúa como el quinto productor mundial. Este contraste subraya el potencial latente que podría ser desarrollado para escalar posiciones en la producción global de litio.
El resto del panorama global lo completan países como China con 3 millones de toneladas de reservas, seguido por Estados Unidos con 1.8 millones, y Canadá con 1.2 millones. Zimbabue, Brasil, Portugal y Namibia también figuran en la lista, con reservas variadas que muestran la diversidad geográfica de este recurso.
Es importante destacar que Bolivia, a pesar de no figurar en la lista de mayores productores actuales debido a la distinción entre «reservas» y «recursos», posee el mayor recurso estimado de litio con 23 millones de toneladas. Esta distinción es clave, pues indica que aún no se ha comprobado que estas cantidades sean económicamente explotables.
El contexto internacional del mercado del litio
La producción mundial de litio experimentó un crecimiento significativo en 2024, alcanzando un total de aproximadamente 240,000 toneladas, lo que representa un aumento del 18% respecto a las 204,000 toneladas producidas en 2023.
Este incremento estuvo motivado por la robusta demanda del mercado de baterías de iones de litio, los elevados precios del mineral entre 2021 y principios de 2023, y una expansión en la capacidad productiva a nivel global, según datos proporcionados por el Servicio Geológico de Estados Unidos.
En términos de consumo, se estima que en 2024 el mundo utilizó 220,000 toneladas de litio, marcando un incremento del 29% en comparación con el año anterior. A pesar de una caída en los precios del litio durante el año debido a un temor inicial de sobreoferta y ventas más bajas de vehículos eléctricos a nivel mundial, el sector se recuperó notablemente en el tercer trimestre con un aumento en las ventas, especialmente en mercados clave como Canadá, China y Estados Unidos, gracias a diversos incentivos y descuentos.
La producción global de litio de ese año estuvo dominada por varias operaciones importantes, incluyendo cuatro de extracción de salmuera en Argentina, nueve de minería de minerales en Australia, y operaciones significativas en Brasil, Canadá, Chile, China y Zimbabue.
Dentro de este contexto, se destacan también informes que proyectan un futuro alentador para Argentina en el mercado del litio. Según el anuario «Energy Insights» del Baker Institute for Public Policy de la Universidad Rice, Argentina podría ver inversiones por hasta 7.000 millones de dólares hacia 2032, con participación de compañías como Arcadium, Posco, Ganfeng y Rio Tinto, cifra que supera las proyecciones de inversión en Chile.
Por otro lado, un informe de Benchmark Mineral Intelligence sugiere que para 2040, la producción mundial de litio podría quedarse corta frente a la demanda por 1.4 millones de toneladas métricas, lo que subraya la importancia estratégica de anticiparse a estas tendencias de mercado.
Estos datos resaltan el dinamismo del mercado del litio y la importante posición que Argentina podría ocupar en el futuro próximo, aprovechando tanto su capacidad de producción como las oportunidades de inversión que se presentan a nivel global.
