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La producción de litio depende de procesos energéticos en las distintas etapas productivas del recurso. La energía utilizada no solo influye en los costos de producción, sino que también plantea desafíos ambientales y de sostenibilidad.
El uso de energías renovables, especialmente la solar, cobra protagonismo en la producción de litio debido a la alta radiación de la Puna. Empresas mineras han implementado esta fuente para reducir la dependencia de combustibles fósiles, minimizando emisiones y optimizando costos.
Ejemplos como el parque solar de Olaroz-Cauchari, que abastece a Jujuy, subrayan la viabilidad de este enfoque sostenible.
Argentina es el cuarto productor mundial de litio gracias a la presencia del mineral en las provincias de Salta, Jujuy y Catamarca. Junto a Bolivia y Chile forma parte del Triángulo del Litio, una zona rica en el recurso.
Uno de los puntos a tener en cuenta en el proceso productivo del litio es el uso de la energía. La misma se utiliza en los procesos de extracción y purificación: desde la evaporación solar y los procesos químicos hasta la transformación del litio en otros compuestos -como el carbonato de litio-, el transporte y el almacenamiento del recurso en instalaciones adecuadas que consumen energía para su correcto funcionamiento.
Hablar de energía en la producción del mineral responde a interrogantes de índole ambiental, a nivel de sostenibilidad e influye en los costos productivos, ya que el valor de la energía puede afectar la competitividad entre productores.
Importancia de la energía y principales usos
Desde que la producción de litio pasó a ser clave para el país, los gobiernos provinciales tomaron medidas e iniciativas para gestionar mejor los proyectos. Un caso en particular es la Secretaría de Minería, que afirma que la intervención ayuda a “asegurar que los procesos industriales de la producción se realicen dentro de los parámetros establecidos por la normativa, fiscalización y control ambiental continuos”.
Un informe de Accenture destaca cuáles son los puntos a tener en cuenta por las compañías mineras para acatar regulaciones e incorporar modelos sustentables y sostenibles. El uso correcto de la energía es uno de los ítems a destacar.
- Integración de energías renovables: en medio de los cambios que atraviesa la industria minera hacia fuentes de energías renovables, debe reducirse la dependencia de combustibles fósiles. Las empresas no solo mitigan así las emisiones de carbono, sino que también logran ahorrar costos y alcanzan independencia energética. En la actualidad, muchas empresas apuestan al uso de energía solar en el proceso productivo del litio.
- Economía circular: adoptar principios de economía circular posibilita que las organizaciones exploren zonas innovadoras para minimizar la gestión de residuos y maximizar la eficiencia de los recursos.
- Avances tecnológicos: la Automatización, la Inteligencia Artificial, la Realidad Virtual y el análisis de datos revolucionan distintas industrias, entre ellas la minería. Adoptar estas herramientas mejora la eficiencia operativa un mejor seguimiento de la gestión de los impactos ambientales.
- Desarrollo comunitario: con foco en las comunidades locales, las empresas deben incentivar, impulsar y manejar el diálogo constante para garantizar el beneficio mutuo y el desarrollo sostenible.
El uso de energía en el proceso productivo de litio varía según el tipo de extracción, el país y las condiciones climáticas. En líneas generales, la misma se utiliza en mayor o menor medida y en diferente tipo en las cuatro etapas principales: exploración y extracción, procesamiento, purificación y transformación en otros compuestos.
En la exploración y extracción, puede utilizarse:
- Energía eléctrica: para operar equipos de perforación y bombeo.
- Energía de combustibles fósiles: para determinadas operaciones mineras a cielo abierto.
- Energía solar: para alimentar equipos de menor potencia en zonas alejadas de la urbanización.
En el caso del procesamiento, en la evaporación de salmueras se requiere de energía térmica que puede provenir de fuentes como la energía solar, altamente recomendada por su poco impacto ambiental, combustibles fósiles y energía geotérmica para aprovechar el calor de la tierra en este proceso.
En la purificación, las energías eléctricas y térmicas sirven para procesos electroquímicos para purificar el litio y en casos en los que se requiere de altas temperaturas para lograrlo por las características del mineral, respectivamente.
Por último, en la transformación del litio en otros compuestos se requieren los dos mismos tipos de energía previamente mencionados para incentivar reacciones químicas y procesos de síntesis para convertir el recurso en, por ejemplo, carbonato o hidróxido de litio.
Un nuevo paso en Argentina
En Argentina existen tres fuentes principales de energía que intentan apuntar al uso renovable en un contexto en el que la materia ambiental pasó a estar en primer plano.
La energía solar es la elegida por muchas de las empresas que operan en Salta, Jujuy y Catamarca a raíz de la alta radiación solar existente en la Puna.
Esto permite que la energía solar fotovoltaica se presente como una alternativa viable para reducir la dependencia de los combustibles fósiles. El salar Olaroz-Cauchari, por ejemplo, se vale de energía solar: el parque genera el 70% de la energía que consume la provincia de Jujuy y abastece a más de 160.000 hogares.
La energía eólica se utiliza en algunas zonas de la región, lo que permite la generación de energía eléctrica a partir del viento. Por último, los combustibles fósiles siguen siendo usados en algunas etapas del proceso, aunque su uso es cada vez menos frecuente a raíz del impacto ambiental.
El proyecto del momento
A mediados de este año, trascendió que Central Puerto, la generadora eléctrica más grande del país, se lanzó al desarrollo de un proyecto que busca abastecer energía eléctrica a la demanda de los productores de litio del Noroeste Argentino. Esto demandaría una inversión estimada de entre U$D 250 y 350 millones.
La construcción de una línea de alta tensión en la Puna permitirá vincular las plantas mineras al sistema interconectado y a futuro incorporar generación solar, para aportar a la reducción de costos y mejora de competitividad de los proyectos ya en marcha y en construcción.
Central Puerto, además, construye en San Carlos, un pueblo al sur de la provincia de Salta, una planta solar que demanda una inversión de U$D 20 millones para una capacidad de 15 Mw, que ya está prácticamente comercializada en el Mercado a Término de Energías Renovables (Mater).
La obra de electrificación vinculará al sistema nacional el abastecimiento de la demanda minera, mediante un tendido de alta tensión de una terna de 500 Kv o una doble terna de 220 Kv, que de acuerdo a primeras estimaciones podría tener una extensión de 250 kilómetros.
Se supo que la disponibilidad de energía eléctrica del sistema interconectado, con energía renovable o de cualquier otra fuente, permitirá brindar costos competitivos frente a otras opciones de energización de los proyectos, más aún en los períodos de baja cotización del litio en el mercado internacional. Así, se continúa fomentando el traspaso a energías renovables, como la solar, en el proceso productivo del litio.