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El diálogo abierto entre las empresas productoras y exploradoras de litio y las comunidades locales ha sido fundamental para mantener relación entre ambos. Este acercamiento permite a las comunidades comprender mejor el impacto de la minería y participar activamente en los proyectos mediante capacitación y empleo, mientras que las empresas obtienen una visión más clara de las inquietudes locales.
La sinergia entre empresas y comunidades ha traído múltiples beneficios. Las empresas construyen una reputación positiva y ganan aceptación social, mientras que las comunidades reciben oportunidades de capacitación, empleo y desarrollo económico.
Gracias al debate constructivo, las compañías productoras y exploradoras de litio trabajan en conjunto con las comunidades locales. Este acercamiento permite que las comunidades comprendan mejor el impacto de las actividades de litio y logren ser parte de los proyectos mediante la participación, la capacitación y el empleo.
Las empresas están obligadas por ley a cumplir con una consulta previa, libre e informada ante las comunidades directamente influenciadas por sus proyectos. Es en esa oportunidad, donde especialistas de las empresas exponen los proyectos junto a miembros del Gobierno para evacuar todos las dudas que pudieran tener los miembros de la comunidad.
Del mismo modo, se exigen por ley, monitoreos ambientales participativos. Los mismos son diferentes estudios que se realizan en la zona de operación y deben contar con la presencia de miembros de la comunidad, que son capacitados previamente para que sepan cómo se van a desarrollar las diferentes tareas.
Las empresas de litio cuentan con equipos que están exclusivamente dedicados al vínculo con las comunidades, esto hace que las empresas obtengan una perspectiva más clara sobre las preocupaciones y expectativas de los residentes locales.
Colaboración y beneficios: empresas y comunidades en sinergia
La colaboración activa entre empresas y comunidades trae consigo una serie de beneficios mutuos. Para las empresas, involucrarse de manera proactiva con las comunidades locales ayuda a construir una reputación positiva y a ganar la aceptación social, lo cual es importante para el desarrollo de sus trabajos.
Esto genera un trabajo en conjunto que deviene en diferentes programas que promueven el desarrollo y el crecimiento económico regional. En muchos casos, el crecimiento de la industria del litio ofreció a muchos pueblos la oportunidad de explorar nuevas perspectivas, enfrentando el reto de integrarse al mercado laboral sin perder sus raíces. Ahora tienen la posibilidad de aprender sobre la producción del litio, las inversiones y las oportunidades de negocio, un ámbito que previamente les era desconocido. Y esto, los puede llevar a ocupar puestos de trabajo en las plantas de producción.
Recientemente, José Gómez, secretario de Minería de Jujuy, explicó en una nota periodística, que “Jujuy es la capital nacional de la minería. Hoy hay 13 mil familias que viven de la actividad. A esto se suma que desde el 2023 somos la primera provincia productora de carbonato de litio. Esto es muy importante para nosotros y nuestras comunidades”.
Además, según un informe reciente de la Oficina de País de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Argentina, titulado Trabajo Actual y Futuro en la Cadena de Valor del Litio en Argentina, las proyecciones de finales de 2023 indican que actualmente Catamarca alberga el 40% del empleo directo relacionado con el litio en la región, lo que demuestra el impacto positivo en las personas empleadas localmente en la industria.
En cuanto a la capacitación, por ejemplo, el Programa de Formación Técnica para Comunidades, realizado por la subgerencia de Atracción de Talentos de SQM, que en 2023 culminó su segunda edición, tuvo como objetivo principal proporcionar herramientas educativas a diversas comunidades en las regiones de Tarapacá y Antofagasta, en Catamarca. Este programa ha beneficiado a más de 800 personas, un 67% de ellas mujeres, que fueron capacitadas para realizar distintas actividades dentro de la industria. En un futuro, los estudiantes serán candidatos para las diversas compañías de la región.
Además de la generación directa de una red de empleo o capacitación, el apoyo de las grandes empresas inversoras permite impulsar emprendimientos locales y proyectos comunitarios, lo que fortalece la economía regional y fomenta el desarrollo sostenible.
Asimismo, las empresas suelen invertir en proyectos de desarrollo comunitario, como la construcción de infraestructura básica, la mejora de servicios de salud y educación, y el apoyo a iniciativas de desarrollo económico local. Estos esfuerzos no solo benefician a las comunidades, sino que también crean un entorno más estable y positivo para las operaciones mineras.
La empresa Allkem (hoy llamada Arcadium Lithium, por su fusión con Livent y que fue adquirida posteriormente por Rio Tinto) ha contribuido en las obras de infraestructura de una escuela primaria y secundaria para la comunidad cercana al proyecto Sal de Vida, en Catamarca.
Por su parte, Exar puso en marcha este año de su programa «Exar Junto a la Comunidad», una iniciativa de fortalecimiento comunitario en el área de influencia de su planta en Cauchari Olaroz.
Este proyecto tiene como finalidad respaldar y financiar propuestas realizadas por los propios residentes, fomentando su crecimiento, desarrollo y empoderamiento. Así, se busca mejorar las condiciones de vida de los habitantes de la zona, respetando sus culturas, tradiciones y necesidades particulares.
La propuesta está enfocado en instituciones intermedias, así como en establecimientos de salud, educativos y municipales de las comunidades indígenas de las localidades de Pastos Chicos, Puesto Sey, El Toro, Huancar, Susques, Catua y Olaroz Chico, pertenecientes al Departamento de Susques.
Para facilitar la implementación del programa, Exar ofreció capacitación a 50 personas, quienes, a lo largo de varios encuentros, han fortalecido sus habilidades para identificar y priorizar necesidades y formular proyectos con impacto social comunitario. En este contexto, las comunidades e instituciones han presentado proyectos en diversas categorías como medio ambiente, cultura y educación, salud y promoción territorial, enmarcados dentro de las necesidades y realidades de las comunidades. De los 28 presentados, la compañía seleccionó 21 proyectos que apoyará y financiará hasta su finalización.
Con el aporte de materiales y capacitación, la compañia Ganfeng Lithium, celebró recientemente el éxito del primer proyecto de huerta comunitaria en Paraje Torzalito, Gral. Güemes, en la provincia de Salta. En colaboración estrecha con la comunidad y aliados especializados, la comunidad obtuvo su primera cosecha inaugural de verduras completamente orgánicas.
La importancia del diálogo continuo y la participación activa
Las empresas y las comunidades trabajan juntas para identificar y abordar problemas, buscando soluciones que beneficien a ambas partes. Este enfoque colaborativo ayuda a construir relaciones de confianza y a asegurar que las operaciones mineras se realicen de manera responsable y respetuosa con el entorno y las comunidades locales.