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Dentro del “Triángulo de Litio”, conformado por Chile, Bolivia y Argentina, se encuentra el salar del Hombre Muerto, una de las reservas más importantes del recurso clave para el mundo.
El salar está en el límite de las provincias de Catamarca y Salta, y es fundamental para la transición energética por sus características, su tamaño y localización. La cuenca supone un depósito salino donde el agua subterránea es una salmuera portadora de litio, potasio, sulfato, cesio, bromo, entre otros minerales.
Gracias a una inversión reciente, para el año 2025 se espera que la capacidad de producción pase de aproximadamente 15.000 toneladas por año a más de 23.000.
El litio resulta de gran importancia para Latinoamérica, pero en particular lo es para Argentina. Los yacimientos naturales del país lo convierten en uno de los referentes y principales productores de un recurso clave para la transición energética. Hoy te contamos sobre un lugar clave para la producción de litio: el Salar del Hombre Muerto.
En 2021, la producción de litio se concentró únicamente en cuatro países, sumando entre todos ellos un 96% de las reservas a nivel global: se trata de Australia, Chile, China y Argentina.
En julio de este año se publicó el informe CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), que profundiza en la importancia del litio para la transición energética y lo define como un insumo insustituible para la producción de baterías de iones de litio. “La tecnología resulta crucial para la descarbonización del transporte y el almacenamiento de energía generada a partir de fuentes renovables”, indicaron en la introducción del informe.
En el límite septentrional y occidental de las provincias de Catamarca y Salta se encuentra el salar del Hombre Muerto, el más importante en Argentina debido a su gran tamaño y su localización estratégica.
Definición y ubicación geográfica
El salar del Hombre Muerto tiene una extensión de 588 km², con una depresión de altura a 4000 metros sobre el nivel del mar. La cuenca conforma un depósito salino donde el agua subterránea es una salmuera saturada de cloruro de sodio y portadora de litio, potasio, sulfato, borato-bórax, rubidio, cesio y bromo.
Según el sitio especializado Energía Online, el salar forma parte del “Triángulo del litio”, una zona conformada por Chile, Bolivia y Argentina en la que se encuentran las reservas más grandes de litio a nivel mundial, después de Australia.
Sobre el origen del nombre del salar, Hombre Muerto, la web explicó: “La denominación proviene del hecho de que, en un costado del salar, hay una tumba. Se estima que el nombre fue dado por el geólogo Luciano Catalano en la década de 1920 y los restos habrían sido descubiertos tiempo antes por el bisabuelo del cacique Román Guitián”.
El salar y el litio
El salar del Hombre Muerto está activo desde la década del ‘90. Los principales estudios de este tipo de salares fueron realizados por la empresa Fabricaciones Militares, quien fue la encargada de llevar adelante la primera producción de dicha cuenca hasta comienzos de los noventa.
A través de Fabricaciones Militares, el Estado cedió a la provincia de Catamarca la concesión del salar. En 1997, la empresa FMC Lithium comenzó a operar en la zona a través de su subsidiaria, Mineras del Altiplano S.A.
Producción de litio
En Argentina, particularmente en el salar del Hombre Muerto, gran parte de la extracción es exportada a países como Rusia, China, Inglaterra, Alemania y Países Bajos, así como también a empresas automovilísticas en general, aunque el recurso también pasa por un proceso de industrialización en el que se lo convierte en carbonato.
Si bien existen varios métodos para obtener litio, el sitio Energía Online remarcó que el más habitual es la extracción a través de la realización de pozos con una profundidad de hasta 200 metros. La salmuera es sustraída por bombas especiales y, a través de salmueroductos, se transporta a grandes piletones donde el litio se separa del magnesio y otros minerales tras el secado al sol.
Inversiones a futuro
En junio de este año, los gobernadores Gustavo Sáenz y Raúl Jalil, de Salta y Catamarca, y autoridades de la minera surcoreana Posco pusieron en marcha la segunda planta comercial del proyecto Sal de Oro ubicada en la zona de cooperación biprovincial del salar del Hombre Muerto, informó el sitio Salta Gobierno.
La inversión, de 800 millones de dólares, habilita el inicio de obra de la segunda planta comercial en dicho salar, impulsando la creación de más de mil puestos de trabajo, el desarrollo de proveedores locales y el crecimiento productivo de la región.
“Somos testigos del avance de este proyecto, que se manifiesta en el crecimiento del empleo y en el incremento de todo lo que conllevan los distintos eslabones de su cadena de valor minera, porque cada hito dentro de la minería activa una palanca de progreso y crecimiento para la región”, expresó el mandatario salteño, acompañado de su colega en Catamarca, Kim KwanBok, representante de la firma en Argentina y referentes de las comunidades originarias de la zona.
Aunque el salar del Hombre Muerto lleva varios años activo, hoy, gracias a su tamaño, su ubicación y la atención que recibe por parte de diversas compañías, es una gran fuente de oportunidades para las comunidades, la provincia y el país. Según trascendió gracias al medio salteño, la puesta en marcha de la planta comercial de carbonato de litio está prevista para el segundo trimestre de 2025, con capacidad de producción de 23.000 toneladas/año.
Excelente
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