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El BID proyecta desde 2026 una agenda de financiamiento más robusta para la Argentina, en el marco de un programa trianual que podría alcanzar los US$10.000 millones.
Durante 2025, el organismo aprobó ya operaciones por cerca de US$4.000 millones y trabaja en ampliar la programación hacia proyectos productivos e infraestructura.
El litio aparece como uno de los sectores prioritarios: el BID anticipó que parte de los recursos se orientará a financiar pla roducción de minerales críticos, así como energía e infraestructura asociada.
El esquema combinará préstamos soberanos y apoyo al sector privado a través de BID Invest, con foco en acelerar inversiones que impacten en el crecimiento económico.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se prepara para intensificar su presencia financiera en la Argentina a partir de 2026. En el marco del programa trianual de financiamiento —anunciado en abril— el organismo proyecta movilizar hasta US$10.000 millones, combinando préstamos soberanos y apoyo al sector privado.
Durante 2025 ya aprobó operaciones por alrededor de US$4.000 millones, lo que marca un piso de actividad al que se buscará dar mayor impulso en la próxima etapa.
Una programación más amplia desde 2026
Tal como explicó el presidente del BID, Ilan Goldfajn, de acuerdo con Bloomberg Línea, la expectativa del organismo es que 2026 registre un nivel de actividad superior al de 2025. Goldfajn aclaró que la aprobación de operaciones no implica desembolsos inmediatos, pero reconoció que la programación se está acelerando para incluir más proyectos productivos e infraestructura clave.
El programa trianual contempla para su primer año US$3.000 millones en préstamos soberanos y US$1.000 millones a través de BID Invest, montos que coinciden con las operaciones ya aprobadas durante 2025. Para la etapa que se abre en 2026, el BID anticipa una cartera ampliada en sectores estratégicos.
Litio y minerales críticos, al frente de las prioridades productivas
En esta nueva etapa, el BID busca profundizar su capacidad de financiamiento para proyectos productivos que tengan impacto directo en el crecimiento. Goldfajn adelantó que el organismo ya trabaja en mecanismos para financiar a productores de minerales críticos, en una agenda que combina infraestructura, concesiones y desarrollo de materias primas estratégicas.
El litio figura explícitamente entre los sectores prioritarios. El organismo apunta a canalizar recursos hacia iniciativas que aceleren su producción, dada su importancia para la transición energética y su creciente peso en la matriz exportadora minera del país.
Cómo se estructurará el financiamiento y cuál es el rol del litio
El programa marca una diferencia respecto a la etapa inicial de cooperación, más enfocada en la eficiencia del gasto y las reformas fiscales. La nueva fase pone el acento en la inversión productiva y el crecimiento estructural.
Según Data Portuaria, la estructura de financiamiento prevé:
- US$7.000 millones en préstamos soberanos.
- US$3.000 millones canalizados a través de BID Invest.
Goldfajn sintetizó la estrategia al señalar la necesidad de “combinar la estabilidad macroeconómica con la inversión en sectores estratégicos como el litio y la energía”.
Por qué el litio gana centralidad en la agenda del BID
El interés del organismo por los minerales críticos también se explica por el desempeño reciente del sector minero argentino. Entre enero y septiembre de 2025, las exportaciones mineras alcanzaron US$4.213 millones, con un crecimiento interanual del 32,9%.
Dentro de ese total, el litio se afianza como uno de los minerales clave, junto con el oro, que continúa encabezando la canasta exportadora. Los minerales metalíferos concentraron más del 80% del valor exportado, consolidando al sector en camino a superar los US$5.100 millones anuales.
Este crecimiento refuerza la necesidad de invertir en energía, transporte y logística para sostener la expansión del sector. Parte del financiamiento que el BID planea acelerar busca precisamente atender esos cuellos de botella.
