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El litio se concentra en el norte argentino por una combinación poco frecuente de factores geológicos y climáticos que también se repite en Bolivia y Chile. Esta región forma parte del llamado Triángulo del Litio, una unidad geológica continua del altiplano andino donde cuencas cerradas de gran altura, clima extremadamente árido y aportes minerales acumulados durante millones de años dieron origen a salares con salmueras ricas en litio.
Estos salares se formaron cuando antiguos lagos se evaporaron y dejaron atrapadas sales disueltas en el subsuelo. La ausencia de drenaje hacia el mar permitió que el litio se concentrara, mientras que la aridez evitó su dilución. El resultado son sistemas hidrogeológicos únicos, que hoy concentran gran parte de los recursos mundiales de este mineral.
En Argentina, Jujuy, Salta y Catamarca integran este triángulo y presentan salares con características distintas entre sí, aunque comparten un mismo origen regional. Si bien el litio también aparece en otras zonas del país bajo formas geológicas diferentes, como las pegmatitas del sur, los salares del norte explican por qué la Argentina ocupa un lugar central en el mapa global del litio.
El litio se convirtió en uno de los recursos estratégicos más buscados a nivel global. En Argentina, su presencia se concentra de forma marcada en el noroeste, donde grandes extensiones de salares contienen salmueras ricas en este elemento. Esta distribución no es casual: responde a una historia geológica que se extiende por millones de años y que conecta al país con Bolivia y Chile a través de una misma unidad regional.
¿Qué es el “Triángulo del Litio” y qué países lo integran?
El denominado “Triángulo del Litio” es una de las regiones geológicas más relevantes a nivel mundial para la producción de este recurso estratégico. Se extiende por el altiplano andino y abarca el noroeste argentino, el sur de Bolivia y el norte de Chile.
En conjunto, de acuerdo con estudios de Harvard, estos tres países concentran más del 75% de los recursos globales de litio contenidos en salmueras, una cifra que explica el creciente interés internacional en la zona.
Desde el punto de vista geológico, el Triángulo del Litio está conformado por una serie de cuencas cerradas de altura, ubicadas entre los 3.000 y los 4.500 metros sobre el nivel del mar. Estas cuencas se desarrollaron como consecuencia de los movimientos tectónicos asociados a la elevación de la Cordillera de los Andes, que generaron depresiones internas sin salida al mar.
Con el paso del tiempo, estos espacios comenzaron a recibir aportes de agua procedentes de lluvias escasas, deshielos y corrientes subterráneas, cargados de minerales disueltos.
El rasgo clave que une a esta región es el clima extremadamente árido. Las elevadas tasas de evaporación, combinadas con precipitaciones mínimas, favorecieron la concentración progresiva de sales en lagos ancestrales que, al evaporarse, dieron origen a los actuales salares.
En ese proceso, el litio, uno de los elementos más solubles, quedó disuelto en las salmueras subterráneas, junto con otros elementos como el potasio, el magnesio y el boro.
En Argentina, el Triángulo del Litio involucra principalmente a las provincias de Jujuy, Salta y Catamarca, donde se localizan decenas de salares con diferentes características geológicas e hidroquímicas. Del lado chileno, los principales depósitos se encuentran en la Región de Antofagasta, mientras que en Bolivia el salar de Uyuni representa una de las mayores concentraciones de litio del mundo.
Más allá de las fronteras políticas, el Triángulo del Litio funciona como una unidad geológica continua, atravesada por procesos comunes que se desarrollaron durante millones de años. Esta continuidad explica por qué los sistemas de salares de los tres países comparten rasgos similares, aunque cada uno presenta diferencias en composición química y disponibilidad de agua.
¿Qué condiciones geológicas hacen posible encontrar litio?
La presencia de litio en salares está asociada a varios factores geológicos que deben coexistir. De acuerdo al Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR), entre los principales se encuentran el aporte de rocas volcánicas ricas en litio, una tectónica activa que genere cuencas cerradas y un clima seco que favorezca la evaporación.
En el caso del altiplano andino, el volcanismo ocurrido durante el Cenozoico liberó litio que luego fue transportado por el agua hacia las cuencas. La falta de drenaje externo permitió que ese material se acumulara, mientras que la aridez extrema evitó su dilución. Esta combinación explica por qué el litio alcanza concentraciones que permiten su aprovechamiento productivo en pocos lugares del mundo.
¿Se puede encontrar litio en otras partes del país?
Aunque los salares del norte concentran la mayor parte de los recursos, el litio también está presente en otras regiones, en formas geológicas diferentes. En la Patagonia y en algunas zonas del centro del país, el litio aparece asociado a pegmatitas, un tipo de roca ígnea que también contiene minerales como cuarzo y feldespato, en lugares como Córdoba y San Luis.
Según la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, son cinco los proyectos en fase de exploración en distritos pegmatíticos, pero solo dos se encuentran en producción a escala industrial, mientras que otro está en fase de construcción (en todos los casos, con base en salares). El resto se encuentra entre la etapa de prospección y de estudio de factibilidad.
Estos depósitos requieren métodos de extracción distintos a los de las salmueras y, en general, presentan menores volúmenes. Sin embargo, su estudio resulta relevante para diversificar el conocimiento geológico del recurso y evaluar alternativas productivas a largo plazo.
¿Qué diferencias hay entre los salares de Jujuy, Salta y Catamarca?
Si bien los salares del norte argentino forman parte de una misma región geológica, cada provincia presenta particularidades. En Jujuy, por ejemplo, los salares suelen ubicarse a mayores altitudes y presentan sistemas hidrogeológicos más cerrados. En Salta, en cambio, existen cuencas más extensas y una mayor diversidad de proyectos en exploración.
Catamarca combina salares de gran tamaño con distintas concentraciones de litio y otros elementos, lo que influye directamente en los métodos de extracción y en la viabilidad económica de cada emprendimiento. Estas diferencias hacen que cada proyecto deba evaluarse de manera específica, aun cuando compartan un mismo marco regional.
Entender por qué hay tanto litio en el norte argentino implica mirar más allá del mapa actual y retroceder millones de años en la historia geológica de la región. Esa herencia natural explica tanto la riqueza del recurso como los desafíos asociados a su aprovechamiento.
En ese cruce entre geología, territorio y desarrollo, el litio se consolida como uno de los ejes centrales del presente y el futuro productivo del país.
