Desde que se iniciaron los trabajos de la minería del litio en la Puna Jujeña surgieron mitos y verdades alrededor del recurso. Sin embargo, estos son la continuación de los reclamos que se hacen en la minería subterránea y a cielo abierto de los minerales metalíferos.
En realidad no tiene que ser así, porque son distintos los métodos de explotación. En la minería del litio impactan las piletas de evaporación y las instalaciones para la planta de procesamiento del mineral y del personal que trabaja en la empresa, pero un negocio que se instala en la ciudad también origina impacto.
Cuando comenzamos el análisis de diferentes reclamos, reincidentes en el tiempo, de las comunidades indígenas, algunas organizaciones y personas ambientalistas, podemos observar lo siguiente: las empresas no ingresan clandestinamente, hablan con las autoridades para informar sus intenciones de explotación de minerales, y las inversiones que realizaran en determinada área, se instalan con el acuerdo del gobierno provincial según la legislación existente. Si el gobierno está de acuerdo, inician los trámites legales para comenzar los trabajos de prospección, exploración o explotación según corresponda y cumpliendo con las leyes que le exige el Estado.
La empresa -para instalarse y comenzar algún trabajo en la región- debe tener el apoyo de la comunidad, propietaria de las tierras, pero además obtienen el apoyo de otras comunidades aledañas al proyecto y con todas cumplen con la consulta previa, libre e informada, según lo establece el Convenio 169 de la OIT.
Ninguna empresa puede instalarse y menos realizar trabajos sin cumplir la Ley. En Jujuy existen dos empresas, una produce el litio en el Salar de Olaroz, la otra en el Salar Cauchari-Olaroz, y las dos tienen el apoyo de 10 comunidades aborígenes. En los salares, Salinas Grandes y Guayatayoc iniciaron tareas de exploración con el apoyo de dos comunidades aborígenes.
Otro tema de debate es la utilización de agua en la explotación. Según algunas expresiones, dejaría a las comunidades sin agua en el futuro. En la extracción de litio se utilizan tres tipos de agua:
- Agua industrial, se extrae para el proceso de obtención del litio y utilización en los campamentos, se utilizan aproximadamente 50 a 60 litros de agua para obtener un kilo de litio.
- El segundo tipo es agua potable que se lleva envasada desde centros comerciales para consumo de todo el personal.
- El tercero es el agua con sales (salmuera) que extraen mediante cañerías desde los 15 y 650 metros de profundidad, para el llenado de piletas que luego por evaporación se obtienen las sales incluido el litio, en estos casos para obtener un kilo de sales se requiere 700 litros de salmuera (la información de cantidad de aguas y profundidades, son datos oficiales). La salmuera no puede ser utilizada para riego, animales ni para consumo de las comunidades, de hecho nunca utilizaron el agua del subsuelo de los salares y sobre la superficie de los cuerpos salinos no existen actividades de cultivos, población ni animales.
En la margen de los salares es posible observar algunos animales, particularmente camélidos. Desde el año 2014, una empresa extrae litio en el Salar de Olaroz y, aproximadamente en 2023, inició la producción en Salar Cauchari-Olaroz, y según informes oficiales, el nivel de agua del subsuelo no ha disminuido; si existieran pequeñas variaciones registradas serían consecuencia de las condiciones climáticas.
Otro tema de discusión es que, se “llevan” toda la riqueza y no queda ningún beneficio. Las empresas realizan permanentemente trabajos de responsabilidad social con comunidades indígenas, con las diez involucradas en el proyecto minero.
Las comunidades aborígenes tienen prioridad para incorporase a la empresa, que también puede prestar servicios o como contratista. Cuando en las comunidades no es posible cumplir con los requerimientos de la empresa, recurre a otras regiones de la provincia y del país. El famoso “derrame” le llega a una gran cantidad de personas, Pymes, comercios, profesionales, técnicos de diferentes regiones del país.
Otro tema planteado por una parte de la sociedad es el beneficio y enriquecimiento del gobierno de turno y políticos por facilitar la explotación de litio en la provincia. Esta situación nunca ha sido comprobada y no existen denuncias concretas ante la justicia.
Existen algunos temas que no generan mitos ni verdades, pero sería una buena iniciativa analizarlos y proponer correcciones si es necesario. Por ejemplo, la empresa pone a disposición la información requerida por la Autoridad Competente, pero además presenta, por ejemplo, toda la información respecto al uso de agua, exportación, entre otros.
Sin embargo, no existe un control por parte del Estado u organizaciones ambientalistas o las comunidades que cuestionan la minería del litio. Debieran realizar estudios, aunque sean esporádicos, para saber si la información presentada por la empresa es real. La única información que dispone el gobierno es la presentada por la empresa.
Existe una norma que se cumple en cualquiera de las minas de minerales metalíferos y también en las de litio. Cuando por un accidente, por ejemplo, se derrama una sustancia tóxica en el interior o exterior de la empresa, comunican inmediatamente a la Autoridad Competente y aplican el protocolo para estos incidentes.
Las personas, instituciones o comunidades que insisten o generan mitos, los fomentan desde la teoría porque hasta ahora no expusieron concretamente con documentación los diferentes reclamos o críticas. Por ejemplo, nadie dijo “realizamos control de agua utilizada y no coincide con la planilla de la empresa o el caso de la producción”, entre otros.
Los Informes de Impacto Ambiental presentados después de su análisis y consentimiento de la Comunidad se aprueban y autorizan las tareas a realizar, pero ninguno de los que reclaman irregularidades realiza un análisis exhaustivo del proceso de los informes.
Las empresas, cuando vienen a instalarse en el país, con seguridad, no deben pensar que vienen a sacar de la pobreza a los pueblos. Vienen a ganar dinero, porque ese es el objetivo de cualquier empresa, incluyendo las multinacionales.
Nuestras autoridades, legisladores, profesionales, distintas organizaciones son responsables, porque pueden analizar, aportar y emitir legislación que falta o mejorar las existentes, y de ese modo sería posible mejorar las condiciones para hacer un buen negocio con nuestros recursos naturales.
Hasta el día de la presente fecha, a las empresas no es posible reclamar nada, porque ellas cumplen con toda la legislación existente.
*Columna de opinión realizada por Waldo Chayle, geólogo especializado en la región jujeña.
